Dos nuevas denuncias sumó el caso del suspendido sacerdote jesuita Felipe Berríos, acusado por actos de “connotación sexual” contra menores de edad.
Recordemos que la semana pasada la Compañía de Jesús en Chile anunció el inicio de una investigación canónica contra el célebre sacerdote.
La congregación detalló que Berríos fue inmediatamente suspendido de sus funciones hasta que concluya la indagación, que se abrió después de que una mujer interpusiera una acusación en contra del religioso.
“Se dispondrá de todos los medios que sean necesarios para que esta investigación se efectúe con la mayor rigurosidad y celeridad, a fin de esclarecer los hechos denunciados y las eventuales responsabilidades”, explicó el comunicado.
Berríos, de 65 años, es un connotado sacerdote jesuita, además de activista, escritor, columnista y fundador de algunas ONG como “Techo”, una red latinoamericana de ayuda a quienes no tienen casa.
En una breve declaración, el religioso aseguró que “haré todo lo que sea necesario por conocer y aclarar los orígenes de esta denuncia y me he puesto, desde ya, a disposición de la Compañía para esclarecer los hechos con la mayor celeridad posible”.
No obstante, según publica este miércoles La Segunda, ya hay otras cuatro personas que han entregado sus testimonios en contra del jesuita.
Se trata de dos personas que testificarán a favor de la denunciante, además de otras dos posibles nuevas víctimas, las que, al momento de los hechos, tenían entre 14 y 17 años.
La primera denunciante, que en la actualidad tiene 32 años, ya declaró ante la abogada instructora María Elena Santibáñez, quien lleva adelante el caso contra Berríos.
De acuerdo al vespertino, se trataría de una adolescente, cuya familia había generado lazos con el sacerdote, quien se habría aprovechado de esta confianza.
Los hechos los conoció en primera instancia la Fundación para la Confianza dirigida por José Andrés Murillo, uno de los denunciantes de Fernando Karadima, que a través de su organización apoya a víctimas de abusos.
Por ahora, falta aún que Santibáñez interrogue a Berríos a partir de este caso, quien se encontraría en una casa de su congregación, tras dejar el campamento La Chimba de Antofagasta, donde vivía.
No se descarta que finalmente el fundador de Techo renuncie al sacerdocio, lo que, sin embargo, no implica que se libre de las eventuales sanciones de la investigación canónica.
Cabe destacar que hasta la fecha el Ministerio Público no ha informado del inicio de alguna indagatoria penal de oficio, al ser las víctimas menores de edad al momento de los hechos.