El Producto Interno Bruto (PIB) de Chile se expandió un fuerte 17,2% en el tercer trimestre de 2021, dato que se encuentra algo por debajo a lo que esperaba el mercado (17,6%), pero que de todas formas se posicionó como el segundo mayor salto histórico desde que el Banco Central comenzó a medir el PIB trimestral en 1986.
La mayor cifra, de hecho, se registró en el trimestre anterior, cuando entre abril y junio del presente año la actividad logró un crecimiento de 18,1%. Todo esto, eso sí, en medio de la recuperación por la que camina la economía nacional tras la crisis gatillada por la pandemia de covid-19.
Según expuso el Banco Central en su informe de Cuentas Nacionales dado a conocer este jueves, el crecimiento en el tercer trimestre es reflejo de «una mayor apertura de la economía, las medidas económicas de apoyo a los hogares y empresas, los retiros parciales de los fondos previsionales y una baja base de comparación». «El tercer trimestre presentó un efecto calendario nulo, al registrar igual número de días hábiles que el mismo período del año anterior», acotó la entidad presidida por Mario Marcel. La expansión de la actividad económica, añadió el documento, “fue liderada por los servicios, donde se observó un alza generalizada de todos sus componentes, «destacando los servicios personales y empresariales.
Adicionalmente, comercio y construcción también contribuyeron al crecimiento del PIB». En contraste, la minería y la actividad agropecuario silvícola fueron las únicas que registraron caídas durante el trimestre. Acorde con cifras con ajuste estacional, la economía nacional evidenció una aceleración de 4,9% respecto del trimestre anterior. «La reactivación de las actividades de servicios -principalmente personales y empresariales- y el crecimiento del comercio lideraron este resultado. En contraste, la minería se redujo respecto del segundo trimestre, compensando parcialmente lo anterior», dijo el instituto emisor.
Desde la perspectiva del gasto, el Central apuntó que el alza del PIB fue impulsada por una mayor demanda interna, en particular por el consumo de los hogares. «En tanto, las exportaciones netas incidieron negativamente en el resultado anterior, producto de mayores importaciones y un crecimiento acotado de las exportaciones», señaló. «La mayor movilidad de las personas, los retiros parciales de ahorros previsionales y las transferencias fiscales continuaron estimulando el consumo de los hogares, registrándose un mayor gasto en servicios y bienes no durables», agregó.