El silencio no siempre es un buen recurso. Mal administrado puede provocar cuantiosos daños colaterales.
En algunos contextos el que no habla concede.
El alcalde Fernando Paredes ha dejado levitando en el aire fundadas sospechas de corrupción durante sus 12 años de mandato en el municipio de Puerto Natales.
Sobre el insólito caso de Alejandro Velázquez, cabeza de la Cormunat, quién largamente ha recibido salario de alto ejecutivo de empresa, despedido e indemnizado por $43 millones en tiempo récord, y quién luego se enfrentó con el municipio en los tribunales por una suma de $60 millones, el alcalde pidió disculpas, mencionó que era un error y subrayó que ya no se referiría al pasado.
Velázquez continúa en el trámite judicial mientras goza de licencia médica.
Cuando en abril un mega operativo descubrió miles de cajetillas de cigarrillos en casa Uberlinda Mansilla, madre del alcalde, este tampoco hizo mención alguna. No dio explicaciones y tampoco nadie se las pidió en el municipio o en la UDI.
Ni siquiera se le observó un gesto de interés por el tema cuando, después de la primicia de Zona Zero, hubo extensas réplicas en El Mercurio y en Clarín de Buenos Aires.
Hace unos días La Tercera ofreció un largo artículo dedicado a las coimas pagadas por Intelecom en municipios de todo el país para la instalación y reparación de luminarias.
Una vez más, Paredes está en el centro de la escena.
El vínculo entre los ejecutivos de la empresa y asesores externos con el alcalde Paredes, fue declarado por el propio dueño, Marcelo Lefort, ante la Justicia.
Paredes, quién le señaló a un periodista de Zona Zero que no conocía en profundidad a esta empresa, en verdad, visitó las oficinas de Intelecom en Santiago, según dijo Lefort. No solo eso, era muy cercano a uno de los asesores externos de la firma, Cristian Ureta, en la versión de Lefort.
Entre los representantes de la empresa y una asesoría externa se firmó un acuerdo para realizar el proyecto en Puerto Natales en el que se incluía un «sobreprecio» de $50 millones. Este dinero sería entregado a un funcionario de la municipalidad de Puerto Natales, dijo Lefort.
¿No lo sabía el alcalde Paredes? ¿O era él el beneficiado con este «extra»?
La licitación se firmó pero el contrato fue suspendido.
Y una vez más, el alcalde Paredes no habló de inmediato.
Solo hace unas horas le aseguró a La Prensa Austral que lo afirmado por Lefort era falso. Eso sí, reconoció que conocía a Ureta.
“Quiero descartar categóricamente, cosa que reafirma el dueño de la empresa, que aquí no hubo entrega de ningún dinero a ningún funcionario municipal y mucho menos a este alcalde. Por ello el municipio no está siendo investigado en el caso de Itelecom”, indicó el alcalde.
«Estas cosas en lo personal hay que asumirlas como corresponde entregando toda la información cuando se requiera, tengo la absoluta tranquilidad que durante la elaboración de todo el proceso administrativo se trabajó con transparencia y probidad”, agregó y eso fue todo.
Aquí emerge otra pregunta: si, cómo dice el alcalde, ni él ni el municipio tenían ninguna relación con Intelecom, ¿Por qué Lefort lo menciona en una declaración ante el Ministerio Público? Si su acción fue trasparente y no hubo dineros, coimas u otros conceptos para similar recurso ilegal ¿Qué interés podría tener Lefort en ensuciar a Paredes al que en teoría no conoce?
Cómo siempre, en general, no habla, no explica y no profundiza.
Cómo si nunca hubiera sido mencionado en numerosos desmanejos de presupuesto, indemnizaciones tan millonarias cómo sospechosas, en hechos de contrabando que involucran a su círculo íntimo, en coimas y sobre precios en el contexto de una multimillonaria estafa al Estado.
Por el contrario, en las últimas semanas el representante de la UDI mantuvo reuniones urgentes con su tropa más cercana. Los leales.
Una reunión tras otras contra reloj apretando filas antes de dejar el poder.
Las hubo con el Equipo Negociador de la Cormunat, el Consejo de Seguridad Publica, con el Sindicato de Asistentes de la Educación, representado por Osvaldo Sánchez.
La lógica del momento indica que es la hora de devolver los favores prestados.