Un grupo de científicos, conservacionistras y representantes de la comunidad local de Magallanes publicó una carta en la Revista Science, titulada “Green energy threatens Chile’s Magallanes Region”, donde se señala que para llegar a la producción de hidrógeno verde a gran escala en la zona «se requerirá una cantidad significativa de aerogeneradores, los que dependiendo del área donde se instalen podrían generar impactos sobre la biodiversidad y el paisaje».
El grupo de personas alerta del riesgo «de impactos potenciales a las 40 a 60 especies de aves migratorias que visitan año tras año la Región de Magallanes». La carta está firmada por el Dr. Heraldo V. Norambuena (Centro Bahía Lomas, UST), el Dr. Fabio Labra (Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático, UST), Ricardo Matus (Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura), Humberto Gomez (Agrupación Ecológica Patagónica), Diego Luna Quevedo (RHRAP/Manomet Inc.) y la Dra. Carmen Espoz (Facultad de Ciencias, Universidad Santo Tomás).
«En base a información del proyecto piloto de hidrógeno verde que se desarrolla en Cabo Negro (Magallanes), y usando como referencia la tasa de colisiones de aves en otros proyectos eólicos en funcionamiento en Chile central, los investigadores estimaron que entre 1.740 a 5.220 aves podrían colisionar cada año con los 2.900 aerogeneradores que se requieren instalar para producir la energía necesaria para la generación de hidrógeno verde», se indica en la misiva.
Los expertos señalan que “esta cifra incluso podría ser mayor, dado que en la zona hay aves acuáticas y playeras que realizan migraciones en bandadas numerosas, y muchas de ellas cruzan a lo largo y ancho la pampa patagónica tal es el caso del canquén colorado y el Chorlo de Magallanes, ambas especies en Peligro de Extinción según el Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres del Ministerio de Medio Ambiente”.
Los firmantes de la carta solicitan que estos proyectos sean sometidos a evaluación de impacto ambiental a través de procesos rigurosos y de alto estándar técnico, donde se considere de manera específica la mejor información disponible sobre las aves en la Región. “Es necesario que se apliquen los principios preventivo y precautorio de la evaluación ambiental en su máxima expresión” señalaron.
Los autores además destacan que “existen proyectos emblemáticos de conservación como el desarrollado en el Santuario de la Naturaleza de Bahía Lomas (reconocido además como “sitio Ramsar” y “sitio RHRAP”), que se podrían ver afectados por la instalación masiva de aerogeneradores. Bahía Lomas es el sitio de invernada más importante de toda Sudamérica para el Playero ártico (Calidris canutus rufa) catalogado como especie ‘en peligro’ en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay. La subespecie rufa de Calidris canutus ha sido incluida en el Apéndice I de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), de la cual Chile es parte contratante”.
Como se señala al final de la carta publicada en Science, el desarrollo de un proyecto de hidrógeno verde de esta envergadura (25 GW) y con un incremento de 320% de la energía eólica instalada en Chile, pero concentrada en una sola región, podrían convertir una iniciativa “sustentable” en una intervención con altos costos socioambientales en una de las regiones más importantes para el turismo en el país y que concentra una alta cantidad de especies migratorias y amenazadas. Las distintas instancias de toma de decisión deben contar con la mejor información técnica posible para evitar los potenciales impactos y salvaguardar el ecosistema natural patagónico.
«No obstante, es necesario que proyectos como estos se hagan cargo de la magnitud de sus impactos, considerando información existente sobre movimientos de especies y poblaciones de aves en las rutas de migración. El uso de tecnologías como geolocalizadores o radares, será clave para identificar áreas críticas en el ciclo de vida migratoria de las aves, evaluar emplazamientos, formular medidas de manejo, mitigación y monitoreo de impactos. La información de buena calidad debe estar al alcance de todas las instancias que corresponda. Es una necesidad urgente. Al menos en Magallanes», se indica en la carte.
“La transición energética no puede implicar el sacrificio de rutas migratorias de aves que están en peligro de extinción, de lo contrario, no sería una transición ni justa ni sustentable” concluyeron los firmantes de la carta.