La capital chilena de Tierra del Fuego está llena de singularidades que vale la pena descubrir. Para empezar, la Plaza de Armas de la ciudad recibe el nombre de Comodoro Arturo Merino Benítez. No deja de sorprender que no se llame Bernardo O´Higgins o Arturo Prat.
Debe ser porque la incidencia de la aviación en Porvenir es de antigua data. No sólo por el primer cruce del estrecho de Magallanes que hiciera David Fuentes Sosa en su monoplano “Talcahuano” el 1 de noviembre de 1916. Por un alcance de apellidos, el capitán del ejército, Alfredo Fuentes Martínez, hijo del antiguo gobernador del territorio de Magallanes, capitán de navío Alberto Fuentes Manterola, comandaba el bombardero Junkers R-42 N°6 con flotadores que transportaba a Arturo Merino Benítez con un puñado de hombres, quienes buscaban unir por vía aérea al austro y a la Patagonia con el resto de Chile.
El 7 de febrero de 1930, el Junkers capotó en el estrecho a la altura de Agua Fresca falleciendo el capitán Fuentes, el sargento Alfredo Moreno y el radioperador Luis Soto. El intendente de la época, Manuel Chaporro Ruminot y el comodoro Merino Benítez consiguieron salvar del naufragio. En febrero de 1948 en la histórica visita que hiciera a la provincia y a la Antártica, el presidente de la república Gabriel González Videla decidió construir un terminal para pequeños aviones en Porvenir, cuya pista de aterrizaje fue inaugurada el 5 de marzo de 1954. Tiempo después, el mismo comodoro Merino propuso que el aeródromo llevara el nombre del capitán Alfredo Fuentes Martínez.
Entre las anécdotas más sabrosas de Porvenir hallamos un documento publicado por el Premio Nacional de Historia Mateo Martinic Beros, a propósito de cumplirse el centenario de la ciudad, el 20 de junio de 1994. Allí nos relata acerca del proyecto de ley presentado por el presidente de la república Carlos Ibáñez del Campo para que Porvenir cambiara de nombre y pasara a denominarse “Puerto José Menéndez”.
Al tomar conocimiento de que la iniciativa se iba a tratar el 13 de noviembre de 1929 en la Cámara de Diputados, distintos vecinos radicados en Tierra del Fuego y Porvenir, se instalaron en Punta Arenas para constituir una comisión para que viajara a Santiago a exponer lo contraproducente de la medida, incluso, el prestigioso geógrafo Luis Risopatrón, tomó partido para que se mantuviera el nombre original de Porvenir. El proyecto finalmente, fue rechazado en la comisión de gobierno interior.
A menudo olvidamos que Porvenir fue, en ocasiones, centro de relegación. A la cárcel del pueblo, vino a purgar sus penas en 1933 el líder del comunismo chileno, el histórico dirigente Elías Lafertte Gaviño. Y varias décadas más tarde, entre 1963 a 1972, fue el lugar elegido por el criminal de guerra alemán Walter Rauff para vivir, -acusado por la muerte de más de noventa mil judíos en la Segunda Guerra Mundial- donde, además, administró apaciblemente, una empresa pesquera con más de cien operarios.
Uno de los aspectos menos conocidos es la contribución patrimonial desempeñada en Porvenir por la artista Laura Rodig. El Rotary Club le encomendó la erección de un monolito conmemorativo que perpetuara la figura del ex presidente de Chile, Pedro Aguirre Cerda. Después de varios meses de trabajo, la escultura ubicada en la costanera del pueblo fue inaugurada el 9 de marzo de 1947.
Entre 1960 y 1977 Porvenir contó con un establecimiento educacional destinado a la educación media, considerado como un modelo a nivel nacional. Ubicado a 17 kilómetros de la ciudad, era un edificio de ladrillos de dos pisos, de 83 metros de largo por 13 de ancho. La Escuela Agropecuaria Las Mercedes de la congregación salesiana, poseía internado y entregaba a los alumnos una preparación integral. Al final del ciclo de estudios, los jóvenes egresaban con un título de técnico agrícola con posibilidades de convalidación en Santiago.
La escuela tuvo equipo de basquetbol y una destacada banda instrumental. En el plano académico se realizaron experimentos con trigo finlandés y siberiano. Como anécdota, las ostias utilizadas en la clausura del Concilio Vaticano II fueron producidas por los alumnos de este colegio.
Aunque parece sorprendente, Porvenir tuvo una interesante actividad periodística en medios escritos. “El Reflector”, aparecido en 1932 y que sólo alcanzó al primer número, marca el inicio de esta ocupación. El 30 de junio de 1938 surgió “La voz fueguina” que tuvo tres números. Ese mismo año se conoció “El Pueblo” y, a comienzos de 1941, “La Razón” y “El Grito Popular” que llegó a dos números. Otros medios fueron “La Voz Austral”, “Contragolpe” y la revista humorística “Selecta” que incluía cuentos, novelas breves, crónicas, poesías y curiosidades. Un periódico que pudo editarse durante tres años fue “El Imparcial”.
Pero sin duda, el medio que marcó una época fue “El Porvenir” que se publicó desde el 1 de diciembre de 1936 al 9 de marzo de 1966 alcanzando a 1.742 números. El recuerdo del bisemanario se mantuvo por mucho tiempo en la memoria de la gente, hasta que en 1980 se editó la revista “Panorama fueguino”, que en 1991 se transformó en periódico circulando con un total de 18 números.
Porvenir posee uno de los mayores patrimonios culturales de nuestro país, el cine fundado en 1924 por uno de los pioneros de la cinematografía en Chile: Antonio Radonich Scarpa. Restaurado completamente hace unos años, el teatro cinema “Porvenir” que cumple un siglo de existencia, es el biógrafo más antiguo de Magallanes y el tercero a nivel nacional.