Zona Zero le propuso a la candidata de la UDI, Ana Mayorga, participar del ciclo de entrevistas de este medio a candidatos a alcaldesa y alcalde. Aseguró que lo consultaría con su equipo, pero luego no hubo respuesta. Aquí un análisis de su figura política.
Ana Mayorga no tiene por costumbre sacarse fotos en solitario. Existe todo un simbolismo en esto. La candidata a alcaldesa por la UDI siempre se ha mostrado junto a los vecinos, especialmente el de los barrios de Puerto Natales.
Lo grupal en ella se casi una marca de identidad.
Su figura política tiene una fuerte impronta personal y extensión a lo largo del tiempo, pero no hay dudas de que quedó irremediablemente atada a la del actual alcalde Fernando Paredes.
Las irregularidades en la administración del municipio de Puerto Natales terminaron afectando sus esfuerzos por alcanzar la meta que coronaría décadas de actividad pública.
En el último mes, Mayorga intentó tomar distancia de Paredes a través de llamativas declaraciones. Negó ser la heredera del alcalde y aseguró que su estilo de administración será otro.
A medida que se acerca la elección, Mayorga instó a sus votantes a seguirla hasta el final del proceso electoral. En sus más recientes videos les pidió, solicitó y rogó a que le devuelvan el favor. Todo indica que debía hacerlo y lo hizo.
Por otro lado, aludió a un concepto disruptivo. Dijo que liderará una revolución en el municipio de Puerto Natales.
El concepto es temerario puesto que al levantar una bandera de cambio profundo invalida o apunta a la figura que operó como un padrino de su trayectoria. Significa que él algo hizo mal.
Mayorga, como bien aclara ella misma, no apareció ahora y el núcleo duro de sus votantes lo entienden bien. Su gestión permanente, su puerta a puerta, ha captado la confianza de un número que todavía no está del todo claro.
Hoy la batalla se libra en el éter. En las redes. En el único aparato que ya forma parte del cuerpo humano: el celular y sus APP.
Que Mayorga hable de revoluciones y asegure que ella no es la heredera de Paredes constituyen elementos para sospechar que le falta sustancia o energía en este tramo final del recorrido. ¿Será así?
Para sentarse en la mesa ganadora se requieren al menos 3000 votos y para ganar otros 500.
Las estimaciones no son exageradas sino que se fundamentan en conductas del pasado inmediato y en sondeos de diverso tipo basados en los números de votantes estimativos.
¿Cuánto irradia hoy la figura de Mayorga? Es probable que sea una incógnita incluso para su equipo de campaña. De otro modo no habría lanzado al aire la palabra revolución.
Lo que sucedió entre el primer triunfo de Paredes y esta elección no fueron solo un buen número de años. También se gestó un cambio generacional que no necesariamente se explica solo por la edad.
Hay un Chile nuevo con flamantes formas de entender aquello que denominamos «real», «sociedad», «mundo». Y eso se palpa en la temperatura de la calle, en la actividad de las redes sociales, en los mensajes entre teléfonos y en análisis como estos acaso improbables en otro momento.
Más de uno ha señalado durante el mes de abril, como en susurros, «Paredes era intocable».
Bueno, no.
Del mismo modo que al presidente Sebastián Piñera parece habérsele pasado por alto esta realidad latente que ya derramó el envase, a Paredes se le fugó un Puerto Natales muchísimo más contestatario.
Uno que excede el barrio y progresa buscando otras fronteras culturales.
En este contexto las ideas como «transparencia», «comunidad», «libertad», «honestidad», «gestión» se repiten y se repiten.
En definitiva, la elección dirá dónde estamos parados como comunidad.