La Argentina pasa por un momento muy complejo. Se sabe.
La pobreza alcanzó en 2020 el 42%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El registro del 2019 había sido del 35%.
La pandemia de coronavirus impactó de lleno en el sector salud donde en numerosas provincias sufre el desgaste propio de más de un año de sobreactividad. A esto se le agrega la falta de actualización en los salarios y las resquebrajada estructura institucional.
En Neuquén, por ejemplo, los Trabajadores Autoconvocados de la Salud, denunciaron salarios de entre 300 mil y 400 mil pesos chilenos para el personal administrativo entrante y enfermeras.
Neuquén es una de las provincias en donde se han realizado algunos de los más fuertes reclamos salariales en la Argentina. De un lado salud, del otro el gremio petrolero, aquejado por la baja del valor del petróleo, y junto a ellos los empleados estatales.
Aunque el presupuesto de la provincia ronda los USD 2000 millones anuales las deudas sociales son importantes.
En la provincia que gobierna el Movimiento Popular Neuquino la pobreza llega 40,4%, según el INDEC. En el conglomerado donde viven más cantidad de personas representa a unas 124,584 viviendo en condiciones muy precarias. Casi todo Punta Arenas y unas cinco veces Puerto Natales.
Estos datos son un verdadero mapa del futuro. Los camioneros lograron cruzar finalmente en Villa La Angostura cuando los trabajadores sanitarios levantaron el último piquete que sostenía en la provincia. Pero anunciaron que las medidas continuarán en las próximas semanas en otras localidades como la capital neuquina.
Las autoridades chilenas aseguraron que buscarán alternativas para que los choferes puedan unir Chile sin pasar por el territorio Argentino. Por estas fechas la idea parece una utopía.
Como es una utopía el acuerdo firmado entre los conductores y los embajadores en Tiera del Fuego que destrabó el bloqueo en Punta Delgada. La Argentina es un país federal y difícilmente las provincias puedan despejar las rutas en caso de que sean cerradas por manifestantes.
Chile requiere de mejores y más carreteras y un gigantesco despliegue de barcazas y apertura de pasos en su archipiélago para poder concretar este sueño nacional: Chile a lo largo de Chile.
Mientras tanto en el país trasandino los problemas económicos se agudizan. La falta de vacunas y la lentitud en el proceso de vacunación han profundizado las necesidades de todo orden.
Que los piquetes vuelvan es una cuestión de tiempo. Y que regresen a zonas donde más ruido hacen resulta una posibilidad cierta.
Tarde o temprano los choferes chilenos deberán enfrentar nuevos bloqueos, pensando en este panorama. El frío de la Cordillera seguramente desanimará a los grupos de trabajadores, pero después del invierno el reclamo volverá. Pueden apostar a esto.
Uno de los elementos que llevó a levantar el piquete cerca de paso Cardenal Samoré fue el agotamiento de los trabajadores y las bajas temperaturas imperantes.
La inercia de los acontecimientos en la Argentina lleva a pesar que no será el 2021 el año en que los conflictos gremiales se resuelvan.