Al menos cuatro camiones chilenos, que viajaban desde el norte del país hacia Magallanes, fueron impedidos de transitar por Argentina, como es habitual, luego de que en la aduana de ese país, en el paso Cardenal Samoré (a la altura de Osorno), se les impidiera, apelando a una antigua normativa sobre la dimensión de los camiones de carga que, sin embargo, se comenzó a aplicar el 19 de junio; es decir, el miércoles pasado.
La información fue dada a conocer por el diario El Pingüino de Punta Arenas, medio que explica que se estima que cerca de 80 mil toneladas en alimentos no perecibles fueron impedidas de efectuar la ruta “Chile-Chile” (como se denomina al paso por tierras argentinas, con el fin de llegar al extremo sur del país).
El Pingüino entrevistó al presidente de la Asociación Gremial de Transportistas de Punta Arenas, Carlos Estrada, quien indicó que se trataba de una situación de “la máxima gravedad” y que entrañaba “el riesgo de desabastecimiento” para Magallanes.
Frente a lo anterior, indicó que es necesario que las autoridades chilenas actúen, pidiendo que estas “hagan la pega” y que “no haya que recurrir a un corte de ruta y a terminar con el abastecimiento para el extremo sur argentino. Esperemos no llegar a eso”.
Aunque el inicio de la aplicación de la normativa fue anunciado hace dos semanas, no dejó de llamar la atención que su puesta en práctica efectiva se realizara un par de días después del emplazamiento del presidente Gabriel Boric hacia Argentina, por la instalación de los paneles solares en territorio chileno, en el hito 1.
Según explica el medio puntarenense, para Argentina hoy los camiones deben cumplir con ciertas dimensiones de referencia (13.2 metros el camión simple, 18.6 el semirremolque articulado, 20 metros el camión con acoplado y 22.4 el camión que transporta automóviles), que a juicio de Estrada son antiguas y hoy nadie cumple.
A ese respecto, aseveró que dentro de los tratados entre ambos países, Argentina “tiene el derecho de fiscalizar e incluso multar, pero no pueden detener ni devolver los camiones”.
En el mismo sentido, aseveró que “si mañana hiciéramos lo mismo en Monte Aymond nos daríamos cuenta de que todos los camiones vienen pasados y con sobrepeso. Entonces, somos presa de autoridades contemplativas que deben actuar y fiscalizar a los camiones argentinos”, criticando que “nuestras autoridades no reaccionan y los argentinos hacen y deshacen. Esto es histórico y no es solo de este gobierno. Por eso, lo que se debe esperar es que nuestras autoridades se pongan los pantalones y empiecen a fiscalizar mañana mismo”.