El Banco Central acordó este martes rebajar en 75 puntos base la tasa de interés, situándola en 6,5%, en línea de lo recomendado ayer por el Grupo de Política Monetaria (GPM).
La decisión, adoptada por unanimidad en el Consejo del ente emisor, se adoptó en razón de «un escenario en que la actividad en el resto del mundo muestra perspectivas que siguen siendo moderadas, aunque con algunos signos de repunte en el margen«.
«El mercado financiero chileno se ha visto afectado tanto por las tendencias en los mercados globales como por el comportamiento reciente de la inflación local. Desde la última Reunión, las tasas de corto y de largo plazo subieron, el peso se depreció y la bolsa aumentó. Respecto del crédito, las tasas de interés de las colocaciones, especialmente las comerciales, han continuado reflejando la transmisión de las bajas de la TPM. Las hipotecarias, más vinculadas a las tasas de largo plazo, siguen elevadas. La morosidad ha crecido en todas las carteras», razonó el organismo en un comunicado.
El Banco Central precisó que «los datos de fines de 2023 e inicios de 2024 muestran un contrapunto entre una actividad algo mejor que lo previsto y una demanda más débil».
«Las Cuentas Nacionales de 2023 mostraron que el consumo tuvo un desempeño por debajo de lo esperado a lo largo del año y que la inversión cayó significativamente en el segundo semestre, particularmente en sus componentes transables», mientras que «en lo que va de 2024, los datos de Imacec han mostrado un crecimiento por sobre lo esperado. Esto se asocia principalmente a factores de oferta y un mayor impulso externo, aunque también incidieron los servicios», detalló el comunicado.
A su vez, «el mercado laboral mantiene coherencia con la trayectoria del ciclo. La ocupación y la participación laboral han continuado con una mejora gradual. La tasa de desocupación sigue algo por sobre su promedio histórico. Las expectativas económicas de los hogares y empresas han mejorado levemente en lo que va del año, aunque se mantienen en terreno pesimista».
Por otro lado, señaló que «la inflación de enero y febrero superó lo previsto, lo que hizo aumentar la variación anual del IPC ─serie referencial empalmada─ hasta 3,6% (3,2% en enero)».
«La economía local ha cerrado los significativos desbalances macroeconómicos de años previos, la inflación ha tenido un rápido descenso y está en niveles más cercanos al 3%, al mismo tiempo que las expectativas de inflación están alineadas con la meta. Sin embargo, el alza de los registros inflacionarios en la partida del año y las mayores presiones de costos importados enfatizan la necesidad de seguir monitoreando de cerca su evolución», afirmó la institución.
En esa línea, el Central garantizó que «en la medida que los shocks que afectan la inflación sean transitorios, el marco de política monetaria basado en una meta a dos años plazo permite acomodarlos dentro del horizonte de política sin poner en riesgo la convergencia inflacionaria».