En el mundo globalizado actual, el mar juega un papel fundamental en la conectividad mundial y el comercio internacional. Más del 90% del comercio se realiza por vía marítima, lo que convierte a los océanos en las arterias principales de la economía global. Los tripulantes de naves mayores y menores, conocidos como gente de mar, son esenciales para mantener esta vasta red logística, asegurando que bienes y recursos lleguen a sus destinos de manera segura y eficiente.
A pesar de la importancia crítica de esta labor, Chile enfrenta un notable déficit de personal capacitado en esta área. Esto es paradójico, considerando que el trabajo de tripulante está bien remunerado y ofrece una carrera estable y emocionante. La falta de tripulantes cualificados no solo pone en riesgo la eficiencia de nuestras operaciones marítimas, sino que también representa una oportunidad desperdiciada para muchos chilenos que buscan carreras prometedoras, teniendo presente que no todo el futuro se juega en la educación superior.
Actualmente, el reglamento sobre formación, titulación y carrera profesional de la gente de mar, de la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante en Chile, expone un cambio significativo en la regulación de cómo obtener el certificado de marino mercante en nuestro país. Estos cambios buscan modernizar y agilizar el proceso de certificación, haciéndolo más accesible y alineado con los estándares internacionales. Una de las grandes ventajas de esta nueva regulación es que permite que se pueda iniciar una carrera desde rangos básicos como patrón de nave o tripulante y ascender hasta alcanzar posiciones de alta responsabilidad como capitanes de alta mar. Esto establece una real escalera de ascenso y una estructura meritocrática dentro de la marina mercante, abriendo el camino a muchas más personas.
En este contexto, se presenta una gran oportunidad para diversificar la formación de la gente de mar. Pues Instituciones como los Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC) tienen un rol vital que desempeñar. Mediante la oferta de programas formativos especializados que respondan a las necesidades del sector marítimo, esto puede atraer a más personas a esta profesión y asegurar que estén adecuadamente preparados para los desafíos del siglo XXI.
Es aquí donde la comunidad de Magallanes tiene una gran oportunidad. La escuela marítima de la OTEC Prime Patagonia aspira a ser un referente en la marina mercante en la región, ofreciendo programas innovadores en modalidades mixtas (presenciales y virtuales) que permiten a las personas formarse localmente. Esta iniciativa no solo responde al contexto actual de déficit de personal capacitado, sino que también mejora la oferta de capital humano formado en la región. Invitamos a todos a conocer más sobre esta experiencia local y a considerar las oportunidades que brinda para el desarrollo profesional en el sector marítimo.
El mar es un recurso invaluable para Chile, no solo por su potencial económico, sino también como una fuente de empleo y desarrollo profesional. Enfrentar el déficit de tripulantes capacitados requiere un enfoque multifacético, que incluya una mayor difusión de las oportunidades laborales y una diversificación en la oferta educativa. Solo así podremos asegurar que la gente de mar chilena esté preparada para navegar los mares con éxito y eficiencia, como también un impacto positivo en el desarrollo de las personas y su calidad de vida.
