En el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) del 2023 el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres) reafirmaron el pronóstico de que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandirá en 2,5 por ciento durante este año.
Una mirada que algunos expertos han tildado de «optimista» en comparación a las proyecciones realizadas por el Banco Central que pronosticó, en el último Informe de Política Monetaria, un crecimiento de sólo 1,75 por ciento para 2024.
Por otra parte, los organismos internacionales también han hecho sus predicciones sobre el devenir económico del país: el Fondo Monetario Internacional recientemente calculó un crecimiento de hasta dos por ciento, mientras que el Banco Mundial estima una expansión de 1,8 por ciento anual.
En relación a la inflación, el IFP señaló que alcanzará su meta durante la primera parte del año, mientras que la actividad económica se reactivaría gracias a una política monetaria menos contractiva.
«A diferencia de los países desarrollados, donde los efectos de la política monetaria contractiva seguirán presentes en 2024, en Chile la convergencia inflacionaria anticipada permitirá un relajamiento de las condiciones financieras, que será un impulso para la actividad», se lee en el análisis.
Debido a esta «normalización» de la política monetaria se espera un aumento en la inversión privada y en la recuperación del empleo, por lo que Hacienda defiende un pronóstico de inflación más estrecho, con un promedio de variación anual de 3,1 por ciento.
El informe también dio cuenta del cierre fiscal del 2023, donde el balance efectivo entre ingresos y gastos resultó en un déficit del 2,4 por ciento del PIB.
En el documento se observa que los ingresos totales del Gobierno Central a fines de 2023 registraron una baja respecto a la proyección del tercer trimestre del informe y existieron cambios en su composición por la caída de los ingresos tributarios netos que fueron nivelados por el alza de rentas de la propiedad y las imposiciones previsionales, entre otros ingresos.
Lo anterior implica un déficit efectivo de $5.727.276 millones, equivalente al 1,9 por ciento del PIB proyectado para este año. Por lo que se proyecta un déficit estructural anual de $5.435.315 millones (moneda de 2024), equivalente también a 1,9 por ciento del PIB, cifra que está en sintonía con el nuevo Decreto de Política Fiscal.
Este nivel de gasto implicaría un crecimiento real anual de 5,6 por ciento con respecto al 2023, previsión mayor a la realizada en octubre pasado de 3,5 por ciento.
Hacienda, también realizó la proyección de mediano plazo del stock de la deuda considerando las cifras estimadas para el período del gasto compatible con la meta del Balance y los pagos por concepto de bonos de reconocimiento, la compra de cartera CAE y la corrección monetaria y de monedas.
Estimando que la deuda pública para el año 2025 alcanzará un peak de 41,5 por ciento para luego estabilizarse en 41,2 por ciento en 2026, cifra que se mantendría hasta el año 2028.