El contrabando de cigarrillos movería en la zona de Puerto Natales alrededor de 250 millones de pesos mensuales, producto de la venta ilegal de hasta 80 mil cajetillas, según información recabada por este medio con fuentes directas del negocio. Una proyección, desde que se cerraron en marzo las fronteras debido a la pandemia, entrega una cifra de unos 3000 millones de pesos anuales.
El producto es trasladado desde Río Grande, en Tierra del Fuego, y Río Turbio hasta pasos fronterizos no habilitados cerca de Puerto Natales donde es entregado a comerciantes chilenos, indican históricos involucrados que accedieron a hablar bajo reserva de identidad. En Puerto Natales hay al menos 5 comercios dedicados especialmente a la reventa de importantes volúmenes de cigarrillos a otros negocios de menor envergadura, aseguran. Es decir, operan como distribuidores de entre 60 mil y 80 mil cajetillas mensuales.
Uno de estos sería el ubicado en calle Esmeralda 1234, comercio de Uberlinda Mansilla, madre del alcalde Paredes que fue allanado el pasado 15 de abril por personal de Aduana y PDI. En el lugar se requisaron 16 mil cajetillas de cigarrillos por un monto comercial de unos 50 millones de pesos, según fuentes extraoficiales aunque esta información no ha sido desmentida oficialmente. Según pudo confirmar este medio se trata de la mayor incautación de cigarrillos en 5 años en la zona. La última de data de junio de 2017, también en sector fronterizo de Puerto Natales, y fue de 9000 cajetillas.
Los autores del crimen quedaron claramente identificados por las autoridades en sus partes de prensa. Cosa que no ocurrió en esta oportunidad porque la causa aun se mantiene en reserva. Los comercios «compran» a los contrabandistas argentinos volúmenes que van desde las 3000 a 15.000 cajetillas por partida. «No se arriesgan por menos», indica la fuente.
En base a la información brindada a este medio por un ex comerciante de cigarrillos de contrabando, el negocio de Mansilla es conocido como un espacio de distribución o venta al mayoreo. “La misma persona que me vendía a mi le vendía a ella, acá es sabido cómo es la movida, hay por lo menos 5 empresas de estas”, explica. De acuerdo a esta versión los cargamentos llegan desde Río Grande y Río Turbio y son atravesados en camionetas o incluso a caballo por “picadas” en la frontera. Entre los implicados en estas actividades habría agentes de la propia Gendarmería Nacional Argentina, asegura la fuente.
«Hay gendarmes metidos, eso también se conoce acá, porque los que venden contactan con ellos», asegura la fuente. Resulta que es la propia institución la encargada en ese país de prevenir el contrabando de cigarrillos, entre otros productos, en las fronteras. Consultado por el negocio del tráfico en Santa Cruz, el jefe de la Policía de la provincia, José Luis Cortez, explicó: “Ese tipo delito lo investiga Gendarmería Nacional”. “Es probable que esto ocurra”, señala un importante figura política de Río Turbio consultada.
Hasta antes de la pandemia una parte del contrabando se pasaba oculto en los vehículos de particulares, indica una fuente que conoce el negocio. Por lo general se trata de camionetas o combis con varios años de antigüedad que tienen “dobles o tripes fondos” y tanques de combustibles ampliados capaces de servir como depósitos. El cierre de las fronteras desde el 16 de marzo, por orden del residente Sebastián Piñera, obligó a agudizar el ingenio de los contrabandistas y encontrar pasos a través de la montaña.
El mismo precio de las transacciones habría escalado debido a la dificultad de transportar la mercadería, trascendió. “Se puede ir a caballo, pero hay varias huellas que llegan hasta el alambrado y te puedes mandar en auto”, le indicó un baqueano a este medio conocedor de la zona limítrofe.
Los comerciantes en Puerto Natales tienen identificados a los principales actores de un negocio binacional que en los últimos 12 meses ha movido unos 3000 millones de pesos chilenos. Esta cifra se infiere de la hipótesis de que los comercios dedicados al negocio distribuyen en conjunto unas 80 mil cajetillas en toda la zona (Puerto Natales, Villa Dorotea, Cerro Castillo, Tehuelches, y puestos rurales).
El número es mesurado si se toma en cuenta que un fumador puede consumir entre 1 y 2 cajetillas por día. Basta que en una población de 25.000 personas se encuentren 1000 fumadores de estas características para que hagan humo entre 30 mil y 60 mil cajetillas en un mes.