Hay quienes desde diferentes sectores, han manifestado su preocupación por la forma en que se están desarrollando las sesiones de la Asamblea Constituyente, para elaborar nuestra nueva Carta Magna y lo difícil que esta resultando llegar a acuerdos mínimos.
No está demás recordar , que si hay algo que caracteriza a este grupo de personas es su heterogeneidad. Con seguridad ahí está el elemento que la hace diferente , su diversidad, la variedad de componentes sociales, culturales y profesionales. Esta complejidad de caracteres , la multiplicidad de puntos de vistas y pluralidad le entrega una riqueza cultural e intelectual que sin duda no tiene precedentes en la historia de Chile. Incluso siendo más pretenciosos , no ha existido en el mundo conocido un grupo humano tan diverso , en una tarea única, como es elaborar un texto constitucional. Por lo mismo, puede resultar preocupante si está costando tanto lograr acuerdos tan básicos , como los que determinan su organización y funcionamiento .
Pero quiero quitarle dramatismo y esto lo hago como un atento observador , que a través de los diversos medios de comunicación social, se interioriza de los movimientos que se dan en las diferentes salas, pasillos y las multiplicidad de declaraciones y puntos de prensa de los constituyentes .
Creo , sin duda alguna, que quienes integran este grupo humano deben tener muy en cuenta, que elaborar una constitución , es una tarea trascendente. Que el compromiso de los constituyentes, es que finalmente deben arribar a un texto que determine, que Chile es un Estado social y democrático de derecho. Esto último por sí solo debería aproximar las posiciones. No creo que exista ningún constituyente, que no crea en este supuesto.
Acaso el compromiso con nuestra nueva Constitución, no tiene un indudable significado político más amplio que el partidario y una dimensión histórica de enorme trascendencia, pues desde ahí se fijará algo tan importante, como es la convivencia de los ciudadanos en nuestros días y la del futuro a 30 o 40 años y más . Alguien puede no estar de acuerdo con esta consideración , sería impensable que esto fuera tema de debate . Bueno por lo mismo , creo que hay que poner sobre la mesa todos los puntos de acuerdo y a partir de allí ver la profundidad de las diferencias y nos daremos cuenta que son las menos .
Imagino que la gran mayoría de los constituyentes, quieren que la sociedad dimensionada se desarrolle en el respeto efectivo al Derecho, esta debe ser siempre insignia, emblema y distintivo de la democracia que queremos entre todos profundizar y jamás coartar . Estos son elementos esenciales para nuestra convivencia e intereses generales como pueblo, como nación , más allá de las plurinacionalidades que la conformen .
Los constituyentes, pienso de forma muy cierta , en primer lugar está su compromiso con el servicio público en su dimensión más amplia ; su vocación de servicio a un Estado democratico para que con gran competencia, dedicación y profesionalidad trate mejor a todas las personas , sin otra consideración que respetarlos en su dimensión plena .
También está el compromiso social con la libertad y la igualdad de tantos hombres y mujeres que han venido de todos los rincones de Chile , desde muy diferentes sectores y actividades y que representan a todas las generaciones. Son en definitiva, hombres y mujeres que tras esa diversidad, tienen tantas cosas en común. Pongámoslo en positivo y sin duda el trabajo estará avanzado en un alto porcentaje .
Hoy por hoy , debe ser una obligación proyectar hacia la sociedad chilena en su conjunto , no solo los más altos principios cívicos y éticos sino también, actitudes y comportamientos de humanidad y de fraternidad, pues con esos componentes se forja el espíritu de un país. Conductas que son fundamentales para el desarrollo de las personas y la afirmación de su dignidad. Esto es esencial para la integración y la participación de los ciudadanos.
Estos también , son tiempos que demandan una gran responsabilidad, sentido del deber y una firme voluntad de servicio, en bien del interés de la patria grande que es Chile y en todos los ámbitos de nuestra vida colectiva. Son además tiempos para tener muy presente lo importante, que es todo lo que nos une y que es más que lo que nos separa , lo que al mismo tiempo potencia y refuerza nuestra cohesión como nación chilena.
Finalmente, nos unen valores cívicos y humanos como el respeto a las personas y a las ideas de los demás, la tolerancia, la solidaridad, el sentido de comunidad, que son expresión de la fortaleza de una sociedad integrada y madura que quiere profundizar y mejorar .
Estos valores son los democráticos y que nuestra Constitución deberá consagrar , guiándonos a una sociedad más avanzada. Esta y no otra es la garantía contra toda imposición, exclusión y enfrentamiento.