Destacados científicos aseguran que podría significar el fin de la humanidad.
Por Claudio Andrade
A esta altura de la historia de la humanidad el debate no es acerca de si los extraterrestres existen o no, sino sobre la conveniencia de contactarlos.
Científicos como Stephen Hawking, años antes de fallecer, y recientemente el físico y divulgador Mark Buchanan, han advertido que un encuentro entre los humanos y los seres de otros mundos podría significar el fin de nuestra civilización.
En abril del 2020 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos desbloqueó las grabaciones de distintos objetos no identificados que realizan proezas sorprendentes aunque borrosas.
La revelación volvió a traer a la superficie un tema que no deja de inquietar a una parte de la sociedad contemporánea.
Mientras tanto desde organizamos internacionales se hacen esfuerzos por encontrar señales de extraterrestres en estrellas lejanas y hay nuevos esfuerzos destinados a enviarles mensajes.
Algunos están convenidos de que «ya están entre nosotros». Pero los científicos más prominentes han asegurado que si efectivamente estuvieran en la Tierra ya se habrían hecho notar. Y no por buenas razones.
«(…) lo más probable es que todos deberíamos sentirnos agradecidos por no contar hasta el momento con ninguna evidencia extraterrestre. Intentar comunicarse con ellos, si es que existen, podría ser extremadamente peligroso para nosotros. Primero necesitamos averiguar si hacer eso es algo prudente, o seguro, y luego debemos estudiar cómo improvisar tales intentos de una manera organizada», escribió Buchanan en The Washington Post.
«No son pocos los círculos de científicos que ya llevan tiempo debatiendo este tipo de cuestiones, sobre si es mejor quedarnos como estamos o intentar algún tipo de contacto con extraterrestres. Al fin y al cabo es un tema que debería de ser de profunda importancia para todo el planeta», agrega.
Buchanan aclara que el instituto SETI no ha encontrado ninguna prueba de vida extraterrestre. Pero esto no significa que no este allí, en lo profundo, y que no pueda resultar fatal para la Tierra si la hallamos.
El físico apela a una hipótesis científica que indica que cuando una civilización alcanza un alto grado de desarrollo tiende a desaparecer.
En el controvertido cuento «El portero de Marte», Martín Amis relata el caso de una civilización marciana que, en la palabra de un último descendiente, un robot, sucumbió cuando tocó el pico de su suficiencia existencial.
Alguna vez el Ufólogo, Fabio Zeroa, aseguro que una colonia extraterrestre vivía bajo la Cordillera de los Andes.
Buchanan también menciona al METI (MessagingExtraTerrestrialIntelligence),
dedicado a enviar mensajes al universo.
«(…) cualquier alienígena que lleguemos a encontrar probablemente será mucho más avanzado que nosotros. La razón es sencilla: la mayoría de las estrellas de nuestra galaxia son mucho más antiguas que el sol. Si las civilizaciones surgen con más frecuencia de la que creemos en otros planetas, entonces debería haber muchas civilizaciones en nuestra galaxia millones de años más avanzadas que la nuestra. Muchas de ellas, en este caso hipotético, probablemente ya habrían comenzado desde hace milenios sus primeras incursiones en materia de exploración y —posiblemente— también en materia de colonización», detalla.
Otro que se opone a la idea de entrar en contacto del tercer tipo es el astrónomo John Gertz del SETI.
Buchanan como Hertz coinciden en que los gobiernos del mundo deberían tomarse más en serio está posibilidad y establecer leyes, tratados y protocolos para la búsqueda y el eventual encuentro.
«(El contacto podría considerarse como un peligro imprudente para toda la humanidad con posibles consecuencias criminales», opina el astrónomo.
«En 2015, SETI lanzó un nuevo programa llamado Breakthrough Listen, financiado por una donación de USD 100 millones del multimillonario ruso Yuri Milner. Como resultado, ahora SETI está grabando más señales que nunca, en un rango de frecuencia diez veces mayor que brinda más poder computacional para analizar las señales grabadas. Es imposible saber qué tan más cerca estamos con esto, pero aún así Gertz estima que nuestras posibilidades son al menos 100 veces mayores de lo que solían ser», señala Buchanan.
Por su lado, ya Hawking advirtió que la idea de buscar extraterrestres era realmente muy mala. Puso como ejemplo lo que sucedió después de la llegada de los españoles a América.
«Creo que sería un desastre», dijo a National Geographic en 2004
«Los extraterrestres probablemente estarían muy adelantados respecto a nosotros (…). Creo que debemos quedarnos cabizbajos», afirmó.
«Si los extraterrestres nos visitan, el resultado sería mucho más parecido a cuando Colón desembarcó en América», dijo.
«Con tan solo mirarnos a nosotros mismos podemos ver cómo la vida inteligente podría resultar ser algo que no nos gustaría conocer», concluyó.