Las noticias policiales marcadas por portonazos, principalmente en diversas comunas de Santiago, homicidios a diarios, el tráfico de drogas y otros tantos negocios ilícitos es la realidad que en la que vive la mayoría de los chilenos. El ciudadano de a píe, el trabajador, el que día a día se esfuerza por sacar a su familia adelante teniendo en otras cosas estas adversidades.
De manera paralela la denominada elite del país, la misma que con gran ahínco denuncia los delitos mencionados anteriormente no se comporta de muy distinta manera, basta con mirar los hechos que hoy ocupan las portadas, reportajes y columnas de los principales medios que se consumen en la alta alcurnia como son por ejemplo el caso del ahora imputado Luis Hermosilla y como ha salpicado a la entes como Fiscalía, al Poder Judicial y a pasos agigantados a actores políticos… si tiene dudas solo recuerde que esta semana están en la palestra el escandaloso pago que recibía Marcela Cubillos en la Universidad san Sebastián (…y claro para este sector la educación es un bien de consumo, como lo dejó a firme el ex Presidente Piñera) y a eso sumemos la inminente declaración ante que deberá prestar al Ministerio Público también como imputado el ex ministro, ex senador y denominado uno de los nombres emblemáticos de la UDI, Andrés Chadwick.
Tristemente y de manera ya casi frustrante vemos como las trincheras políticas hacen su negocio generando polarización en sus respectivos seguidores, pretendiendo validar que 1+1 es igual a cero. Y sobre este punto hago referencia a que se demoran 30 segundo para ocupar como empate la corrupción del caso fundaciones. Ambos casos son simplemente inaceptables.
Aquí es cuando se requiere que logren comprender que, hay una sensación generalizada que los delincuentes comunes pueden andar en sus fechorías en la cara de las policías y de las autoridades civiles encargadas de la seguridad mientras también de manera paralela el sentimiento de fastidio también lo generan que los casos de corrupción de alto nivel que se muestran como una casta distinta y en nombre de lo “privado” creen que todo vale.
Lo mas repudiable es que estas peleas y discusiones políticas, que tienen amplias coberturas ya que la mayoría de los medios nacionales también son controlados o de propiedad de esa elite, tiene desconexión total con la realidad donde el tema seguridad (caballito de batalla en periodos electorales) afecta tanto como las bajas pensiones, el aumento de gastos para cubrir servicios básicos, largas esperas apara atención en sistema de salud y así podríamos llegar a un largo etc.
Tanto es el hastío que el actuar de una importante mayoría de la “clase política” da muestras a diario su prioridad no está puesta en las urgencias sociales y ciudadanas ni en los casos de corrupción que afecta a su ex pares o pares, sino ha sido y es pegarle al adversario… justificar la acción corrupta o equivocada del oponente es tan inmediata que se extraña que esas mismas reacciones que incluyen acusaciones constitucionales las ocuparán por mejorar un ya agónico sistema de seguridad social o pensiones o una fuerte ley para ir contra de quienes realmente viven de eludir o evadir el pago de impuestos cuyo no pago afecta a tod@s los chilen@s que si pagan, aun a regañadientes, sus compromisos tributarios. Hemos llegado al punto que hay casi consenso unánime que tienen razón que en Chile roban por parejo y aquello no es posible normalizarlo. NO!
Quien puede dudar que es urgente y prioritario seguir mejorando los estándares de transparencia y eficiencia en el uso de recursos públicos no solo en las asignaciones a las fundaciones truchas, sino también cuando con platas públicas que se asignan a universidades u otras entidades privadas que sean utilizadas para lo que efectivamente están destinadas y no a lucro o millonarios e irreales salarios o simplemente para que se la roben.
En el fondo, así como han sido capaces de ponerse de acuerdo en instancias en que han visto peligrar sus cuotas de poder o privilegios es urgente que el Poder político asuma su rol y de respuestas y no solo ser nuevos opinologos o panelistas.
Por favor, terminen con esa mala política del mal entendido empate. Pónganse a la altura y no sigan en el camino de que su único afán es acceder al poder y lograr un predominio totalitario de sus posturas.
Sin ser catastrofistas, octubrista ni nada que se le parezca, no podemos tapar el sol con un dedo y negarnos a que nuevamente se incuba en la gente común, un malestar generalizado y que buscara canalizar esa indignación…. Por eso es de la mayor responsabilidad hacer un llamado, desde todas las instancias, a poner fin a la descalificación fácil, las frases populistas y la guerrilla de declaraciones que no buscan construir, ni llegar a acuerdos, sino que sus peleas no resuelven lo que la ciudadanía les está demandando donde está primando el camino de desprestigiarse.
Chile los necesita de manera transversal e institucional que estén a la altura comprendiendo que no puede seguir en sus burbujas de poder y zona de confort.