En pie de guerra se encuentran las agrupaciones y vecinos de Punta Arenas que postulan a viviendas sociales, luego de enterarse de que un fuerte recorte presupuestario afectará a las casas. Entre los cambios obligados, cada hogar tendrá un dormitorio menos y carecerá de pintura al interior.
“Las viviendas actuales se estaban entregando con tres dormitorios, pero los recursos ahora alcanzarían para dos dormitorios y dejar proyectada la ampliación para un tercer dormitorio. Ese sería el ajuste que realizan las empresas”, declaró el director regional del Servicio de Vivienda y Urbanización, Dubalio Pérez, a un medio local.
Según se les informó, esto se podría evitar si los postulantes aportaran recursos extra, lo cual indigna a los vecinos.
Héctor Aguilar, presidente de Junta de Vecinos de la población Fitz Roy, fustiga directamente al Gobierno, ya que denuncia que “prometen muchas cosas, pero realmente cumplen la mitad».
“También quiero felicitar la entereza de los diversos grupos de vivienda, porque esto empieza con una idea (…) se trabaja mayormente en solitario, sin el apoyo de Serviu ni la entidad patrocinante, que podrían venir a dar una charla, por lo menos. El dirigente es el que junta los papeles, dirige reuniones, tiene que ver quienes pueden seguir postulando, quienes no, entonces es un trámite largo”, destaca el dirigente puntarenense.
Aguilar está molesto porque su agrupación lleva más de dos años en trámites, cumpliendo una serie de requisitos y burocracia, pero que “esto se sabía de marzo, de que venía el recorte presupuestario”.
Aguilar acusa que el CORE, Serviu y la Municipalidad de Punta Arenas, en su calidad de entidad patrocinante, “mantuvieron un silencio total. Si sabían lo que venía, debieron haber parado a las constructoras, o a las entidades que van a construir las casas, y haberles dicho ‘no, no ofrezcan esto’. Estaríamos entrando a una publicidad engañosa”.
Hector Aguilar explica que son 10 agrupaciones que están en la etapa cuatro, que van a quedar con un dormitorio menos.
“Hay poca seriedad y falta de respeto hacia la conciencia social. Este año ya nos recortaron, el próximo también nos pueden recortar. Vamos a retroceder a 20 años atrás, cuando entregaban las paredes en la Santos Mardones, cuando entregaban sólo cuatro paredes y decían ‘ahí véanlo ustedes’ Y si son viviendas sociales, es porque la gente necesita. Estoy con pena, porque a la gente se le vendió una ilusión”, lamenta Aguilar.