Podríamos interpretar el escenario local tan solo en base a las cifras que entregan diversas instituciones oficiales, pero también debemos hacer eco de las sensaciones que se han ido apoderando de buena parte de la ciudadanía regional. Y es que a medida que pasan los meses se comienzan a ver estados preocupantes en actividades económicas que han sido primordiales en la matriz productiva en los últimos años.
Por ejemplo, la gran cantidad de despidos en la actividad salmonicultora desde diciembre del año pasado, y una lamentable inacción del Gobierno frente al tema, tienen a la industria con una proyección negativa sobretodo para el primer semestre del próximo año. Hay una postura determinante por parte del Ejecutivo que aunque no lo dicen claramente, si se demuestra en trabar el desarrollo de la actividad con el simple hecho de «dejar de hacer». Básicamente, producto de una mirada netamente medioambientalista, y que muchas veces deja de lado la cotidianidad de los trabajadores y sus familias.
Pero mientras eso ocurre, los números muestras escenarios complejos para el presente y futuro de la economía local.
Por su parte, el gobernador de Magallanes, Jorge Flies, en una entrevista en SurTV hace algunos días apuntaba a culpas y responsabilidades del sector en cuestión. Cabe señalar, que las empresas que han tenido sobreproducción claramente son responsables, y se ha visto en los últimos años que han pasado a la acción a través de un plan de cumplimiento que al mismo tiempo los lleva a reducir dicha producción.
Pero, si pensamos en los próximos años y el futuro de las inversiones que generan oportunidades y empleo ¿Quién es el responsable de su detención? Dicha pregunta es necesaria hacerla, y al mismo tiempo se basa en la responsabilidad que tiene quien administra el Estado y debe mirar con cautela las realidades de la población que depende de un trabajo. Pues es el Estado quien administra los bienes públicos.
Se podría decir que luego de ver la respuesta del gobernador respecto de la no convocatoria de la Comisión de Uso del Borde Costero (que solamente él tiene la facultad de citar), solo se podría pensar en que prefiere la inacción antes de gestionar las legítimas diferencias por el uso.
Eso se llama procastinar y tiene consecuencias. Para saber, la procrastinación es la acción de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
Así las cosas, podemos entender que aquellas tareas que son más susceptibles de ser postergadas son aquellas que no nos gustan o convienen por alguna razón.
Hay que entender que en estos escenarios inciertos y hasta algo irresponsables en términos laborales y de administración, las empresas no invierten y, cuando no hay inversión no solo no hay desarrollo sino que principalmente comienza el decrecimiento.
Pero no solamente hay responsabilidad de la Gobernación Regional. Es un tema que atañe también al Ejecutivo nacional y local. Porque las acciones finalmente deben venir de todos los espacios que tienen voz en estos temas. Delegación, Medioambiente, Pesca, Economía, Hacienda, Trabajo, y la lista sigue.
Finalmente, en los gráficos sacados desde la plataforma digital del Banco Central de Chile, se muestra una clara y preocupante tendencia. Que además deja de manifiesto un decrecimiento notorio y del que sorprendentemente las autoridades no hablan.
Menos dinero en los saldos de cuentas corrientes y cuentas vistas, menos avisos ofreciendo puestos de trabajo en diversas plataformas de internet, y la reducción del PIB por actividad económica pero principalmente en la industria de la salmonicultura.
Por lo que se ve, el decrecimiento se hace notar en la economía de Magallanes, con datos indesmentibles y un futuro incierto.