No han sido años fáciles los últimos que transitamos en Magallanes. No abundaron los proyectos públicos y los privados se vieron comprimidos por una realidad que no alienta la inversión.
La pandemia nos encontró acostumbrados a un crecimiento histórico. En los 10 años que van del 2007 al 2017 en Parque Nacional Torres del Paine disparó sus visitantes desde los 128.396 a los 264.800. Es decir más que se duplicó en una década. Los números podrían haber sido mayores, pero tampoco eran para desmerecer.
La obra pública pegó en aquel tiempo un brinco exponencial después de décadas de austeridad. Sólo el Polideportivo Municipal de Natales significó una inversión cercana a los $10.000 millones. La inversión total del nuevo Hospital de la ciudad llegó a los $45.0000 millones.
Este escenario favorable recibició el impulso de la salmonicultura que se se proyectó luego en alrededor de 40 empresas de servicio y empleo para más de 2000 personas. Natales alcanzó un promedio salarial de $1 millón y el municipio administraba $8000 millones. Una cifra que hoy ha sido superada incluso.
Nunca la localidad había conocido este grado de prosperidad. El turismo y la acuicultura la ubicaron en el mapa nacional.
Pero corren otros tiempos. Las exportaciones en general desde Magallanes bajaron un 40%.
“En mayo de 2024 las exportaciones regionales fueron MMUS $82,9, mostrando un descenso de 40,8% y acumulando al quinto mes del año 2024 una variación negativa de 18,7%”, indica el informe. “Industria fue el sector que más incidió en la disminución de las exportaciones, con una baja de 41,0%, al comparar con el mismo mes de 2023. Los principales países o territorios de destino de las exportaciones regionales fueron Brasil y Estados Unidos, con participaciones de 50,8% y 28,5%; respectivamente”, dice un informe del INE.
Y el turismo aunque comienza a recuperar sus números con, se estima, más de 250 mil visitantes en Torres del Paine, el sector no puede desparramar en todas las direcciones. No tiene porqué.
Magallanes espera con ansias el desarrollo de la industria del hidrógeno verde que realiza promesas que estremecen. Una de las compañías que tiene sus ojos puestos en la región prometió una inversión de USD 7000 millones.
“Bahía Gente Grande contempla la construcción de 460 aerogeneradores. Tendrá un costo de US$7.000 millones de dólares. Se espera que, dé al menos 600 empleos directos, 750 indirectos en etapa de operación y casi 6.000 puestos de trabajo como máximo, en la época peak de construcción”, indicó La Prensa Austral en una crónica que describe la última sesión de la Comisión de Uso de Borde Costero.
En este mismo encuentro del que participó el gobernador Jorge Flies, se planteó la solicitud de la comunidad As Wall La Iep de 24 mil hectáreas en el sector del golfo Almirante Montt, frente a Puerto Natales. Salmonicultores y pescadores artesanales se preguntan si habrá un conflicto de intereses si la solicitud es aceptada.
La realidad se compone de piezas que no necesariamente están sueltas. La caída de la inversión pública y privada empuja a la comunidad a encontrar respuestas directas de empleo en el cuerpo del Estado. No es un hecho saludable en una economía que en las últimas décadas se ha enorgullecido de incentivar a los emprendedores.
Los números que supimos albergar ya no son los mismos y más allá de los lamentos imponen un desafío. Países como Noruega e Irlanda basan su economía en un poderoso menú de exportación. Noruega, además del petróleo, exporta salmón por USD 10.000 millones.
Según números recientes la exportaciones de Noruega en 2023 fueron de 164.256,8 millones de euros, mientras que las de Irlanda llegaron a los 193.304,5 millones de euros. Por su lado, Chile, exportó por USD 94.937 millones.
Magallanes aporta a dicho total alrededor de USD 1200 millones. De este USD 650 millones los entrega la salmonicultura y otros USD 350 millones el metanol.
El desafío hacia adelante es potenciar la plataforma de exportación y generación de empleo ya existente. Y sumarle nuevas ideas. Nuevos emprendimientos. Parece una obviada. No lo es para todos.