Aún se está en los análisis y la evaluación respecto de cómo seguir. La industria salmonera ha sido golpeada duramente con un siniestro impensado y que podría dejar sin trabajo a cerca de 800 personas. Un escenario sencillamente complejo y preocupante, y que demuestra una vez más la falta de liderazgos por parte del Gobierno para enfrentar una situación más que complicada.
Con el delegado presidencial de vacaciones, y asumiendo de manera provisoria dicho cargo el vocero de Gobierno, Andro Mimica, pareciera que la problemática se profundiza. La falta de conocimiento de lo ocurrido y todo lo que podría significar, hace que el futuro no sea para nada claro.
¿Qué pasará con los trabajadores de la planta incendiada? ¿Ya se juntó el Gobierno con sus dirigentes y representantes? ¿Cuál es la postura desde la seremía de Economía frente a esta durísima situación? ¿Cuáles son las certezas que se entregarán a la industria respecto de lo que se viene?
Lo cierto es que pareciera que a nadie le importa, y eso es lo que se ha demostrado comunicacionalmente desde los representantes del Presidente Boric a nivel local. No se vio a nadie del Gobierno en el lugar del siniestro, y durante este lunes ninguno de los integrantes del gabinete regional se ha referido al tema. ¿Desconocimiento? ¿Incapacidad? ¿O sencillamente. no saber qué hacer?
Las posibilidades de aquí en más son variadas. Y por estas horas es eso lo que se está evaluando, y así poder ir tomando decisiones por parte de los propietarios. En todo caso, con una proyección para el 2024 que no era positiva, con lo sucedido en las últimas horas el camino se torna más pedregoso aún, y lleno de incertidumbres.
Se hace urgente la puesta en marcha por parte de la autoridad de planes de emergencia y trabajo en conjunto con el sector privado para ver cómo ayudar rápidamente a los trabajadores y sus familias. Pero también se hace necesario de manera activa la voluntad del Gobierno para entregar certezas sobre lo que se viene, y poder tener un futuro concreto que también vaya de la mano con los deseos de que la industria siga aportando a la región, entregando trabajo, y siendo un actor relevante en la matriz productiva de Magallanes.
Para esto último se necesitan liderazgos, y gestión con el nivel central que hasta el momento tampoco se ha referido al incendio y sus consecuencias. ¿Estarán enterados? ¿Sabrán en los ministerios y subsecretarías correspondientes la tragedia económica que puede devenir de lo ocurrido este domingo?
Hasta el momento pareciera que no, y eso es igual de preocupante que lo que podría pasar económicamente en un futuro no tan lejano a nivel regional.