Por Carlos Subiabre Ruiz.
A 9 días de haberse conocido los resultados del proceso electoral que vivió el país, muchos han concentrado su análisis en el abultado margen de distancia (2085 votos) que obtuvo la candidata independiente ex-PS Antonieta Oyarzo por sobre su contrincante oficialista Ana Mayorga.
Más allá del triunfo de la alcaldesa electa Antonieta Oyarzo, debemos recordar la paupérrima votación que exhibió el candidato opositor Jose Cuyul Rogel, militante PS, quien obtuvo 264 votos, equivalentes a un 3% de un universo de votantes de 8720 personas.
Cuesta entender la lectura política que realizó la cúpula regional del PS en el territorio natalino, denominado como la cuna del socialismo chileno. Una derrota sin precedentes, carente de análisis una vez culminado el proceso electoral, y donde no existen mayores exposiciones al respecto.
Atrás quedan las responsabilidades políticas, no existen autocríticas con espíritu de enmendar los errores cometidos, dando paso al silencio que oculta la vergüenza de la derrota.
Lo acontecido en Puerto Natales no es más que una demostración de la desconexión que existe entre los dirigentes de nivel central y regional con las comunas, los territorios y en definitiva con la gente. Las cúpulas políticas manejan los partidos, deciden por las militancias sin escuchar, sin conocer las distintas realidades y toman decisiones en virtud de sus intereses y acuerdos políticos, los cuales se alejan profundamente de la realidad.
La irresponsabilidad del PS a nivel regional llega al punto que fue incapaz de corregir las inscripciones de sus candidatos que presentaron observaciones en su inscripción por parte del SERVEL. A pesar de que el presidente regional Juan Marcos Henriquez manifestaba en medios de comunicación que harían las correcciones pertinentes junto al equipo jurídico que mantenía a disposición para estos efectos el partido socialista a nivel nacional. Lo cierto es que no lograron corregir a ninguna candidatura. La respuesta a tal situación para los candidatos objetados por el SERVEL, fue que, el equipo jurídico del PS llego tarde (Fuera de plazo) con la presentación de la documentación de rectificación al tribunal electoral. Una situación increíble, pero lamentablemente cierta.
En el análisis macro regional el PS sufre una derrota catastrófica, logra la alcaldía de Laguna Blanca, a pesar que fue por un pacto de omisión como le denomina el presidente regional del PS, es decir, no existían más candidatos del bloque opositor con pretensiones de competir por el cupo. A nivel de concejales obtuvo un horrible desempeño. De 62 cupos disponibles en las 10 comunas de la región de Magallanes, obtuvo solo 7.
Las negociaciones políticas del PS parecen estar muy alejadas de la realidad territorial, de las necesidades de las personas, y eso está reflejado en el voto, no resiste mayor análisis. El centralismo le pasa la cuenta a la cúpula regional del PS, un partido absolutamente debilitado, sin conducción política, que de seguir así está destinado a la pérdida sostenida de militantes y electores, perdiendo parte de su historia y destinado al fracaso en el futuro proceso electoral que vivirá el país en el mes de noviembre del año en curso.
La irresponsabilidad política que comete el PS en la comuna de Natales, es digna de su realidad. El concejal electo GUILLERMO RUIZ SANTANA obtiene una votación absolutamente opuesta a la conseguida por el candidato a alcalde José Cuyul, ya que , obtiene la primera mayoría en concejales con 1267 votos, un verdadero cortocircuito, lo cual provocó que arrastre a su compañero de lista JUAN OJEDA OJEDA, quien había obtenido sólo 105 votos, es decir, casi no tiene representación popular, una versión remasterizada 2.0 de la actual concejala en ejercicio FRANCISCA MOLINET (UDI), quien en la elección municipal del año 2016 había obtenido 93 votos.
El escenario se repite y esta vez para peor, el sistema electoral y la irresponsabilidad de los partidos políticos, terminan provocando un gran daño a toda una comunidad, solo por el hecho de rellenar una lista con el afán de competir en una elección municipal. En el olvido quedan las ideas, propuestas, programas de trabajo de desarrollo comunal, y las características y condiciones adecuadas de una persona para el desempeño de un cargo político en la era digital del siglo XXI. La idea es competir, no importa cómo ni con quién, pero competir es lo importante.
El PS Magallanes encarna en su máxima expresión la grave crisis que viven los partidos políticos tradicionales en el país. Priorizan los acuerdos, las negociaciones, niegan lo innegable para representar candidatos, la dirigencia regional se oculta y no participa de campañas electorales, no hacen lectura de la realidad social, sólo participan de reuniones de coordinación de las campañas de los candidatos sin entender la realidad. En definitiva los dirigentes del PS de Magallanes creen estar participando en una bolsa de comercio internacional, realizan sus inversiones, y como no son economistas tienen en la quiebra a su empresa, acompañado de la soledad de un triste final.