Según datos publicados por el Ministerio de Salud, 1.800 personas se suicidan cada año en Chile. Y se estima que por cada fallecimiento, al menos 20 personas intentaron quitarse la vida.
Conversar, reflexionar y explicar las razones que llevan a una persona a atentar contra su propia vida es un tema tabú, que implican culpas mal entendidas y mitos, que impiden abordar este problema de salud de la manera correcta y oportuna, en la mayoría de los casos.
Karina Martinic, enfermera especializada en Salud Mental, comenta que es complejo explicar las actuales cifras de suicidio en nuestro país. Según detalla, son múltiples factores los que llevan a las personas tomar esta fatal decisión.
“Si uno quisiera prevenir esto, tendría que abordar esto desde muchas áreas. Es un trabajo multidisiplinario, que además de deber ser abordado por salud debería ser tratado en educación, ver el tema social y económico. Tiene muchas aristas”.
Respecto de una baja en la tasa de suicidios, la especialista en Salud Mental no oculta que le es llamativa, ya que persiste la tendencia a pensar que la pandemia y el encierro, pudiesen contribuir a que los individuos incrementen la sensación de descontrol y otros factores que inciden en esta conducta.
“Si bien, en general, han aumentado los problemas de Salud Mental, los suicidios han bajado o se han mantenido”.
Según lo investigado por Martinic, los suicidios disminuyen en situaciones de crisis o desastres socio-naturales a gran escala.
“La experiencia compartida de la crisis (como lo que experimenta el mundo en el contexto de Pandemia), podría conducir a las personas a apoyarse mutuamente, fortaleciendo algo, que es súper importante, que son los vínculos sociales”.