Un alarmante comunicado de prensa firmado por Gastón Umaña, encargado de comunicaciones de la nueva administración municipal de Natales, no da muchas esperanzas respecto de lo que se viene en términos de soluciones. La esperanza es de lo último que se habla en un escrito redactado por la persona a cargo de las versiones oficiales de la alcaldesa recién asumida, Ana Mayorga. Casi como poniéndose el parche ante las heridas que vislumbra el redactor, el escenario que da a conocer a pocas horas de haber asumido en el cargo la nueva autoridad, es sencillamente desolador y con poco futuro positivo a la vista.
«La recién asumida administración municipal de Puerto Natales se encuentra enfrentando una crisis financiera de proporciones alarmantes. Una deuda de 1.400 millones de pesos en flujo de caja para el mes de diciembre debido, entre otros factores, a los descuentos de la DIPRES por 336 millones de pesos en diciembre de este año, 150 millones en indemnizaciones de la CORMUNAT, 564 millones a EDELMAG, 80 millones a ECO SERVICIOS, más deudas en telefonía, proveedores entre otros, comprometen gravemente la operatividad municipal y afectan directamente la calidad de vida de los vecinos.». Así comienza el «terrorífico» comunicado emanado desde la casa comunal.
Y prosigue con tintes de película de terror: «Esta abismal deuda ha dejado a la municipalidad al borde del colapso financiero, colocando en riesgo la entrega de servicios básicos, recolección de basura, alumbrado público y mantención de espacios comunes. Además, la capacidad de invertir en proyectos de desarrollo local se ve seriamente comprometida, lo que podría tener un impacto negativo en la economía local.».
Más allá de los adjetivos calificativos sobreutilizados en las interpretativas y subjetivas líneas escritas dentro del edificio consistorial, la verdad es que de comunicado municipal no tiene mucho. Salvo, las escuetas declaraciones de la alcaldesa Ana Mayorga: «La situación es crítica y requiere de un esfuerzo conjunto de toda la comunidad. Estamos trabajando arduamente para encontrar soluciones a corto y largo plazo que permitan estabilizar las finanzas municipales y garantizar la continuidad de los servicios esenciales»… Algo más prudente en sus palabras la alcaldesa.
La foto oficial es aún peor. Casi como presagiando lo que se viene con esta administración y el futuro de Natales. El primer comunicado del nuevo municipio de Natales es con la alcaldesa «en las sombras». Poco entendible.
Así y todo, Umaña persiste en la redundancia como buscando que la tristeza y desesperanza toquen en lo más profundo a la comunidad natalina que espera todo lo contrario en términos de sensaciones: «La crisis financiera municipal tiene un impacto directo no solo en la vida de los vecinos de Puerto Natales, a la vez pone en riesgo el pago de los sueldos de los funcionarios municipales y de los honorarios que prestan servicios, además de traducirse en un deterioro de los servicios públicos, la suspensión de apoyos sociales y la nula liquidez municipal para abordar temas sensibles como demandas por corporaciones.».
Más bien un análisis muy general de lo que ya se adelantaba hace algunos días, pero que de esperanza y ánimo poco y nada deja. No un comunicado, que a eso se dedican en el Departamento de Comunicaciones de la Municipalidad de Puerto Natales, si no que un relato poco feliz de cómo está la capital del turismo. Cabe señalar, que no es ese el ánimo que ha destacado a los natalinos justamente a lo largo de su historia. Y es por eso mismo, que han logrado ser lo que son.
Para lo último, la guinda de la torta: «La capacidad de la nueva administración para superar esta crisis financiera determinará en gran medida el futuro de Puerto Natales. La comunidad espera que las autoridades municipales y regionales trabajen en conjunto para encontrar soluciones y garantizar el desarrollo de la comuna.». Es decir, si no es esta administración la que «heroicamente» pudiera salvar el presente y futuro de Natales, es mejor empacar y escapar de la provincia. Por estos días, y justamente en ese municipio, se necesita más trabajo, más información, y más esperanza… Y menos «abismos», «colapsos» y opiniones apasionadas de quienes escriben a nombre de una nueva administración.