El entonces intendente de la provincia y comandante del área jurisdiccional de seguridad interior, general Manuel Torres de la Cruz ordenó a las municipalidades de Punta Arenas, Puerto Natales y Porvenir, por medio de la publicación del Decreto N°58, que antes del 6 de octubre de 1973, propusieran “cambios de nombres de las poblaciones y calles que llevan los nombres de personas o hechos de tinte marxista, tanto nacionales como extranjeros”.
La Municipalidad de Punta Arenas fue intervenida inmediatamente, luego del golpe de estado. En lugar del destituido alcalde Evalterio Agüero, los militares designaron en el cargo al ex edil Carlos Turina Blazina.
Publicación de octubre de 1973, que establece nuevos nombres a calles, poblaciones y plazas en Punta Arenas.
El escritor y periodista Osvaldo Wegmann propuso, otorgar nombres a las mujeres que llegaron con la tripulación de la goleta “Ancud”, Venancia Elgueta e Ignacia Leiva y que era el momento oportuno además, para entregar a algunas arterias de la ciudad, denominaciones de algunos profesionales, como Fortunato Ciscutti, Hugo Daudet o Bernardo Philippi; literatos, como Manuel Andrade Leiva, Juan Marín o Robustiano Vera; religiosos, como Martin Gusinde, Domingo Pasolini y Federico Torre.
Una de las primeras resoluciones adoptadas por la Municipalidad de Punta Arenas fue intervenir calles y algunas poblaciones que estaban en construcción. De esta manera, en el loteo Los Pinos, la arteria Augusto Berné fue remplazada por Cruz del Sur; en la población Nueva España, el pasaje Jorge Nicolai dio paso a Adolf Andressen; en la EMPART, almirante Luis Gómez Carreño suplantó al líder del partido Comunista, Luis Emilio Recabarren; y Juan Sebastián Elcano, sucedió a Ernesto Che Guevara en la población Calixto.
El alcalde Carlos Turina informaba de su intención de modificar varios nombres de calles de la ciudad.
El gobierno de Salvador Allende pensaba designar a dos futuras poblaciones con nombres de dirigentes marxistas. La primera de ellas, ubicada al sur poniente de la ciudad, detrás de la iglesia “La Milagrosa”, se iba a llamar Luis Emilio Recabarren; la segunda, construida a un costado del estadio Fiscal aún inacabado, recibiría el nombre del fallecido ministro de Vivienda de la Unidad Popular, Carlos Cortés Díaz. La Municipalidad ordenó bautizarlas como Monseñor Boric y Las Naciones, respectivamente.
Al mismo tiempo, se retiraron los nombres originales de poblaciones y de varias calles que las comprendían; una de las más afectadas fue la Williams norte, llamada desde 1967 Salomón Corbalán, en recuerdo a un antiguo dirigente socialista, parlamentario por la zona de O’Higgins, quien propiciaba una reforma agraria distinta para Magallanes, fue modificado por el de Cecil Rasmussen y las arterias, Marmaduque Grove por Barceló Lira; Héctor Cárdenas, por Antoine Beaulier; Manuel Triviño por Esteban Scarpa y Benedicto Cárdenas, por Sargento Daniel Rebolledo.
La población Gobernador Viel paradigma del gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei, con su ejemplo de autoconstrucción asistida, fue intervenida directamente por las nuevas autoridades. El pasaje Violeta Parra fue cambiado por Bandera; así ocurrió con la mayoría de las arterias que llevaban nombres de dirigentes de la Federación Obrera de Magallanes. Camilo Torres, por Cabo de Hornos; Galo González por Navarino; Raúl Fonseca por Lennox; Pasionaria, por Jorge Insúa; Héctor Trucco por Antártica; Francisco Morazán por Carlos Plata Salazar; Antonio Macedo por Castor Pérez Alfaro; 11 de marzo, -en alusión a los hechos de sangre acaecidos en el mineral de El Salvador en 1966-, pasó a ser 6 de noviembre, y 23 de enero por sargento Candelaria; José Martí por Picton y Yuri Gagarin por Andrés Bello.
No se salvaron de esta razzia algunas plazoletas y monumentos. La antigua plaza Lautaro Navarro, conocida por la mayoría de los habitantes de Punta Arenas como Lautaro, fue renombrada como José de los Santos Mardones; la que se estaba construyendo en torno a la población Luis Emilio Recabarren (Monseñor Boric) se le llamó José Miguel Infante, sin dejar de mencionar que la esfera de cemento y piedra que simbolizaba la unidad de los trabajadores, sostenida en la plaza erigida a la Federación Obrera fue arrancada de su lugar, como asimismo la leyenda que la designaba.
Las transformaciones se extendieron incluso, al ámbito de los clubes sociales y deportivos. Fue el caso del “Luis Hernández Tapia”, institución fundada el 15 de febrero de 1969 en reconocimiento al empresario, dueño de la imprenta Hersaprint, ex propietario del diario “El Magallanes”, convertido durante el gobierno de Allende en una cooperativa de trabajadores, que apadrinaba y regalaba a jugadores y niños de un sector de la población 18 de septiembre, vestuario y balones, para que pudieran participar en las competencias de su liga. El club fue rebautizado como “Chile Austral”. Un caso similar aconteció con “Estrella Roja”, equipo creado el 12 de diciembre de 1962, cuyo nombre recordaba al famoso elenco yugoslavo, el cual visitó nuestro país en varias oportunidades con motivo de la celebración en Santiago, de los recordados torneos amistosos hexagonales y octogonales, pasó a llamarse “Estrella Austral” y el modesto club “Carlos González”, fundado un 8 de diciembre de 1965, en homenaje al político que regularizó la entrega de sitios en la población 21 de mayo y loteo Quellón, después de difíciles tratativas y negociaciones, fue renombrado un 15 de diciembre de 1974, como Presidente Ibáñez.
Era sólo el principio.