El fiscal nacional, Ángel Valencia, llegó este lunes hasta la Fiscalía Regional del Biobío para participar de la mesa que mensualmente se reúne para hacer un análisis de la violencia rural en la zona. Pero la participación del máximo persecutor tenía como antecedente el asesinato de los tres carabineros en Cañete, ocurrido la madrugada del sábado.
Tras el encuentro, Valencia entregó luces de los lineamientos que seguirá: “En el contexto del diálogo entre los fiscales de la macrozona sur que he participado, nos ha parecido que lo más razonable es fortalecer el trabajo en equipo en esta zona y darle toda la relevancia que un atentado de esta naturaleza tiene, a viva consideración de su conmoción, sus características”.
En esa línea, el fiscal nacional puso énfasis en la carga de trabajo alta que tienen los fiscales en dicha región (cabe mencionar los llamados “Caso Convenio” y “Caso Lencería”; los presuntos delitos en los que estarían involucrados funcionarios del Consejo Regional; además de los habituales hechos por narcotráfico, los incendios forestales y más), razón por la cual “necesitamos distribuir adecuadamente la carga de trabajo y trabajar en equipos multirregionales”, precisó.
Es por ello que la causa del crimen de los tres carabineros en Cañete “va a ser investigada, no solo por fiscales del Biobío, sino que los mejores fiscales, con mayor experiencia que tenemos en la macrozona sur. (Ellos) van a ser convocados para investigar, de manera conjunta, formar equipo, este atentado”, contó Valencia.
Precisó luego: “(Considerando) la complejidad de las causas que tiene que investigar cotidianamente, y además considerando situaciones de transporte, conectividad, camino, características de los hechos (…) He decidido que voy a designar al fiscal regional de Roberto Garrido a cargo de la dirección de este equipo de investigadores”.