En las últimas horas de 2022 reseñamos sobre el Premio Regional de Cultura instituido por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y que en esta edición, consignó un reconocimiento a la literatura, distinción que recayó en el escritor Pavel Oyarzún.
Surgió entonces, la inquietud de varios lectores que hicieron las siguientes consultas: ¿Desde cuándo se entregan premios a los escritores? ¿Hubo anteriormente otros premios literarios en Magallanes? Y si los hubo, ¿quiénes fueron los ganadores?
En sucesivas reseñas que entregaremos semanalmente, intentaremos explicar y responder cada una de estas interrogantes. Por de pronto, hacemos el alcance que tanto Punta Arenas, como Puerto Natales y Porvenir, han realizado en distintos momentos de su historia algunos concursos literarios organizados principalmente por los municipios, con el propósito de incentivar la lectura y promover la aparición de nuevos valores literarios.
Sin embargo, el más antiguo al que podemos referirnos no fue ideado por ningún municipio. En el otoño de 1922 el vespertino “El Magallanes” llamaba a la comunidad del territorio a la realización de un concurso de cuentos de temática libre. Aunque no se estipulaba un máximo en la extensión de páginas, se recomendaba que la narración no excediera de las cinco carillas. Se estableció premiar a los tres primeros lugares, con tres, dos y una libra esterlina, respectivamente. La dirección de “El Magallanes” resolvió además, que los principales trabajos, incluyendo a dos menciones honrosas, se publicarían íntegramente en sucesivas ediciones del vespertino.
Los ganadores fueron, Luis Swart, quien obtuvo el primer lugar con el cuento “La bola de nieve”; Mercedes Caigalan, que logró un meritorio segundo puesto con su relato “Momentos de angustia” y Máximo Mardones, quien alcanzó el tercer lugar con la narración “El arroyo de las pepitas”.
El éxito alcanzado por el concurso de “El Magallanes”, en donde participaron dieciséis trabajos, motivó a la dirección del vespertino a crear el “Primer Concurso Literario Infantil del Territorio”. Anteriormente, el diario había organizado el club de lectura de niños y amigos de la famosa revista de historietas argentina Billiken, que en la Patagonia era todo un suceso cultural. De esta manera, se produjo un masivo evento literario con participación de niños y jóvenes que vieron premiados su entusiasmo, cuando en pleno invierno de ese año 1922 “El Magallanes” publicó en sus ediciones dominicales, la mayoría de las composiciones de los pequeños. El certamen y la devoción que existía por la revista “Billiken” revelaba además, la pertenencia geográfica e influencia cultural de Magallanes con la costa Atlántica, cuyo epicentro era Buenos Aires, en momentos en que, en todo Chile, los niños y jóvenes se entretenían leyendo la famosa revista nacional “El Peneca”, que en la Patagonia fue conocida mucho más tarde.
Aquellos eventos fueron los primeros concursos literarios del que tenemos alguna documentación, en una época en que Magallanes comenzaba a experimentar profundos cambios socioculturales. En lo político, surgía el clamor de miles de voces que solicitaban al gobierno de Arturo Alessandri primero, y de Carlos Ibáñez después, que el territorio se convirtiera en Provincia, como finalmente ocurrió en mayo de 1929. En lo económico, los vecinos pedían la supresión de la aduana y el restablecimiento del Puerto Libre. Se creaban instituciones societarias como la Confederación Deportiva de Magallanes. Aparecían nuevos partidos políticos y la radiodifusión junto con la prensa escrita, se transformaban en los principales medios de comunicación, que canalizaban las múltiples inquietudes y expectativas de la ciudadanía, que ahora, podían escoger libremente a sus autoridades municipales, parlamentarias y presidenciales. En ese período, se hicieron famosos los concursos literarios que anualmente celebraban las festividades de la primavera y de la juventud que tuvo en Rosa de Amarante, a su principal referente.
Tres eventos culturales marcarían la actividad literaria en los próximos años. A fines de 1938 la Legión Cívica creó la llamada Semana Magallánica organizando un concurso literario de cuentos. Los resultados dieron como ganadores a Santiago Pérez Fanjul con la narración “Pocas tumbas” y a Ninette Miranda García, con el relato “Carmen”.
Con motivo de conmemorarse el centenario de la Toma de Posesión del estrecho de Magallanes por parte de la tripulación de la goleta “Ancud”, el diario “La Prensa Austral” organizó un concurso literario en dos categorías: una destinada a los estudiantes de humanidades (Educación Media) y otra, dirigida a los adultos y/o escritores con alguna obra publicada. En el primer criterio triunfó Francisco Mella Barría de la Escuela Industrial, acompañado de Julieta Cárdenas del Liceo de Niñas y Eulogio Miranda Mancilla del Liceo de Hombres.
En la categoría principal, Francisco Coloane obtuvo el primer lugar con el cuento “Témpano sumergido”; Manuel Andrade Leiva (Mandradel) logró el segundo premio con la narración “El arreo del gringo Johnnie” y Esteban Jaksic Rakela alcanzó el tercer puesto, con el relato “El Carancho”.
Ante la proximidad del centenario de Punta Arenas, la Ilustre Municipalidad de Magallanes organizó un concurso literario de gran envergadura dividido en dos categorías, narrativa y poesía. La comunidad se enteró del veredicto del jurado el 1 de febrero de 1949, entonces fecha de cumpleaños de Punta Arenas. En prosa se impuso Enrique Wegmann Hansen con la novela “La noche trágica de los Copuyes”; mientras que, el género lírico vio como ganadora a la odontóloga María Asunción Requena con su volumen “Poemas”, quien superó nada menos que a los reconocidos cultores de ese género literario, Roque Esteban Scarpa y Marino Muñoz Lagos.