“Historia del trabajo y los trabajadores en Magallanes y la Patagonia. 1843-1973”. Parte V. [Por Víctor Hernández Godoy]

10 de enero de 2025

En el volumen II “Los fundadores” se asegura que los primeros contratos petrolíferos se firmaron en Magallanes durante la administración de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931).

De esa época datan también, las primeras organizaciones sindicales femeninas. En 1929 se constituyó en Punta Arenas el Sindicato Femenino de Oficios Varios, que dos años más tarde, presentó,  a la  Unión de Asalariados, por intermedio de su presidenta Ana Rodríguez de Serantes, un extenso pliego de peticiones, que en lo medular solicitaba la construcción de viviendas a precios rebajados para obreros con residencia en Magallanes, el levantamiento de un Mercado Municipal en Punta Arenas, el otorgamiento de vacaciones de invierno para los estudiantes debido a las condiciones climáticas de la provincia, y la necesidad de establecer un servicio obstétrico público y gratuito para las familias más humildes y las mujeres más modestas.

Esquina de Bulnes y Ladrilleros, en Puerto Natales, donde hallaba la sede del Sindicato de Campo, Frigoríficos y Oficios Varios de Última Esperanza.

La gran crisis económica mundial originada en Estados Unidos en octubre de 1929, repercutió dramáticamente en nuestro territorio. De acuerdo con informes de la Liga de las Naciones, -organismo antecesor de las Naciones Unidas-, Chile fue el país más perjudicado por la recesión económica. Se produjo el cierre de más de un centenar de oficinas salitreras en el norte y el éxodo de miles de obreros con sus familias en busca de trabajo a Santiago. En Magallanes hubo una fuerte caída en los precios de exportación de los productos derivados de la ganadería, unido al alza en el costo de las manufacturas europeas, la restricción del crédito bancario, la nula inversión, trajo consigo, el cierre de empresas y el despido de empleados y obreros.

A mediados de 1931, los trabajadores se habían organizado en torno al Congreso Social Obrero de Magallanes, organismo creado de acuerdo a las leyes dictaminadas por el gobierno dictatorial de Ibáñez que promovía la supervisión de los sindicatos, a través de la Secretaría de Bienestar Social. En la entidad estaban adheridos, el Sindicato Profesional de Metalúrgicos y Anexos con 71 socios y Gregorio Norambuena como delegado; el Sindicato de Gente de Mar y Playa con 600 socios, representados por Custodio Contreras Romo; el Sindicato Profesional de Obreros en Maderas, con 200 afiliados y el delegado, Antonio Cárcamo; el Sindicato Profesional de Zapateros y Anexos, con 35 socios, representado por José Saldivia; el Sindicato de Oficiales de la Marina Mercante Nacional, con su delegado Luis Gallardo; el Sindicato Profesional de Choferes Asalariados con 40 socios, representado por José Álvarez; el Sindicato Profesional de Choferes del Servicio Público, con 44 afiliados y su delegado Ernesto Garay; el Sindicato Industrial de Electricidad, con 26 socios, representado por Aparicio Reyes; el Sindicato Industrial de Mina Loreto, con 40 afiliados y el delegado, Arsenio Muñoz; el Sindicato Femenino de Oficios Varios, con su presidenta, Ana Rodríguez; la Sociedad Mutual de Carpinteros, con Castor Pérez de presidente; el Círculo de Periodistas, con 35 asociados liderados por Salvador Sackel.

Ejemplar del periódico «El Esfuerzo», órgano oficial del Sindicato de Campo, Frigoríficos y Oficios Varios de Última Esperanza.

Solidarizaban con el Congreso Social Obrero, pero no pertenecían a la sindical, la Sociedad de Empleados de Comercio de Magallanes con 500 socios; el Sindicato de Gente de Mar y Playa de Puerto Natales, el Centro de Estudios Sociales de Magallanes, algunas instituciones obreras de Porvenir, el Sindicato Ganadero y Frigorífico de Magallanes (Punta Arenas) y el poderoso Sindicato de Campo, Frigoríficos y Oficios Varios de Última Esperanza.

Aunque en noviembre de 1930 se inauguró el Sindicato de Trabajadores de Campo y Frigoríficos de Tierra del Fuego presidido por Roberto Plata Salazar, hermano de Carlos, líder del Sindicato Ganadero y Frigorífico de Punta Arenas y futuro regidor de la comuna, lo que significó un repunte en la articulación de los intereses de los obreros en Porvenir y de los campesinos diseminados en las diversas estancias de la isla, la tensión principal se concentró durante las tres siguientes décadas, en el referido Sindicato Ganadero establecido en Punta Arenas y el Sindicato de Campo, Frigorífico y Oficios Varios de Última Esperanza.

Entre estas últimas dos organizaciones, hubo una gran diferencia táctica. Mientras el primero estaba legalizado, tenía personalidad jurídica y negociaba colectivamente, el segundo funcionaba de una manera absolutamente distinta; además de conservar su condición de sindicato libre, las decisiones principales no las tomaba el directorio, sino, que, a la manera anarquista, eran confiadas en asamblea general.

Este sindicato estaba conformado por buena parte de la fuerza laboral de Puerto Natales: carreros, carpinteros, albañiles, además de la gente que desempeñaba distintos funciones en el ámbito de la ganadería. Poseía sede propia en calle Ladrilleros esquina Bulnes, una biblioteca social y un teatro que llamaban “Libertad”, con “paredes cubiertas de numerosos bajorrelieves en madera”, donde se realizaba una nutrida actividad de difusión cultural, teatral, y cinematográfica.

Juan Efraín Ojeda, dirigente obrero, regidor y diputado por Magallanes durante cuatro períodos consecutivos (1937-1953).

El Sindicato de Campo, Frigoríficos y Oficios Varios, poseía imprenta propia. En sus talleres se editaba el periódico “El Esfuerzo”, cuyo primer número salió a circulación el 27 de julio de 1924. Durante esta primera época, su director fue Miguel Ángel León Rabanales, detenido desaparecido, luego de escribir una carta donde emplazaba al gobernador del territorio, coronel Javier Palacios Hurtado.

Algunos de sus dirigentes más destacados fueron, Juan Aguilar Collao, Ulises Gallardo Martínez y Juan Efraín Ojeda, que sería elegido regidor en 1935 y luego, diputado durante cuatro períodos consecutivos (1937-1953) por la provincia de Magallanes, con el apoyo entregado principalmente por la comunidad vinculada al Sindicato.

Escrito por: Víctor Hernández Godoy, escritor, historiador, columnista.