Patricio Nahuelquén Sánchez es Educador de Trato Directo (ETD) del Servicio Nacional de Menores (Sename). Sus labores las desempeña en el entorno cotidiano con jóvenes que han infringido la ley.
El trabajo de los ETD es el que menos se visualiza, ya que generalmente lo que acapara portadas son las malas prácticas o deficiencias que evidencia constantemente el servicio.
“Cuando se visualiza el trabajo que hacemos con cariño, entrega y profesionalismo, es cuando sale lo mejor del servidor público. Ese servidor público que está bien escondido, que no se ve”, comenta con orgullo Nahuelquén.
El educador explica que el trabajo que realiza en el Área de Responsabilidad Penal es muy intenso. Cada uno de los proyectos que se desarrollan junto a los jóvenes nace desde la intención de hacer cosas positivas con los jóvenes. Entre algunos, han desarrollado proyectos de canchas de fútbol, talleres de carpintería. Incluso han realizado campeonatos deportivos, orfebrería, serigrafía y pintura.
Y también menciona que es muy importante que muchos adolescentes logran nivelar sus estudios escolares.
“Eso no se visibiliza. Eso está en otra área de las noticias”, comenta Nahuelquén.
Actualmente, están desarrollando un proyecto de radio. Ya llevan cinco programas realizados. El programa se llama Buena Onda Radio.
Y el lema del espacio es el que encierra todas las esperanzas de estos muchachos: Que los muros no detengan tus sueños.
Los jóvenes han logrado construir un pequeño locutorio dentro de la Cárcel de Menores. Ahí van descubriendo y potenciando sus talentos.
“El error que hemos cometido como sociedad es mirar a los chicos sin creer en que pueden tener habilidades. Los chicos son piedras en bruto, que hay que trabajar para sacarles el mayor brillo posible. Me he sorprendido muchas veces de las capacidades de ellos. No hay que mirarlos en menos”, afirma Nahuelquin.
El Educador además pide considerar que cada uno de los jóvenes internos arrastra una historia y que el Centro Privativo de Libertad es la última instancia que tienen.
“Son muchos los chicos que llegan con carencias afectivas. Muchos de ellos carecen de familia. Hay un porcentaje muy alto que están carentes», explica Nahuelquén.
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