Casi doce horas se demoraron desde la Delegación Presidencial en reaccionar.
El accidente de tránsito más grave de las últimas décadas en la Región de Magallanes pareciera que ni inmutó a la representación del Gobierno de Boric a nivel local.
A las rápidas preguntas de la prensa en el cada vez menos práctico grupo de WhatsApp de la Delegación, la respuesta fue sorpresiva y hasta casi de una ajena vergüenza para quienes leían el
Mensaje… : “Enviaremos un audio en un rato en breve, no puede salir al aire en directo (delegado) pues está con la agenda copada y además con pauta a las 11h30 (sello 40 horas a cuatro empresas magallánicas)”. Simplemente impresentable.
La situación más compleja en términos humanos que ha sucedido en la región en los últimos años es menos importante que cuatro empresas se adhieran a las 40 horas. Un proyecto al que se le ha tratado de sacar tanto lustre que ya casi ni brilla.
Una desconexión total, que podría entenderse por la nula interpretación correcta de la ciudadanía magallánica y sus prioridades, de parte de personas que vivieron fuera de nuestro territorio hasta hace poco. En Santiago existen estos accidentes mucho más seguido y seguramente se va perdiendo la capacidad de asombro. Por estos pagos la cosa no es así, y todavía no lo entienden.
No es un misterio, ni nada fuera de lo común comunicacionalmente hablando, lo que se debió haber hecho. Estar en el lugar, estar con los familiares de las víctimas, hablar en los medios desde temprano, enviar mensajes de tranquilidad, suspender los puntos de prensa por respeto, tener vocerías, y un largo etcétera.
Pero no, era más importante la semanal reunión de gabinete, y que desde temprano el vocero de Gobierno viralizara en las redes del ministerio que representa “buenas noticias para Magallanes” mientras personas morían en la ruta.
Impresentable también es que a Mimica lo sigan manteniendo en el cargo. Una autoridad sin peso moral ni político. Sin credibilidad y «colgando» de la pega gracias a las protecciones que campean en la política que nos reina. Un mal chiste.
Cerca de las 19.00 recién habló oficialmente el delegado presidencial, José Ruiz, acerca del accidente. Un audio de un minuto y cuarenta segundos lleno de redundancias, donde ocupa la frase “medidas preventivas” en cuatro ocasiones, y repite las mismas cosas en varios momentos del punto de prensa.
Un representante que pareciera desorientado y lejos de mostrar las capacidades de alguien que debe llevar las riendas de la región, como su cargo lo indica.
No existen las transmisiones por redes sociales de los puntos de prensa importantes, prácticamente envían solo audios de WhatsApp y nada de videos, no manejan la tecnología que se requiere en los
mensajes de cualquier gobierno o autoridad.
Sencillamente son malos en la pega que hacen y de una desconexión preocupante.
Hasta peligrosa.
¿Dónde estuvieron durante todo el día la coordinadora de Seguridad Pública, el seremi de Transporte, el aún vocero de Gobierno, e incluso algún seremi que se diera cuenta de lo que había que hacer?
Sinceramente, no da para más.
Cada día se demuestra la falta de dedos para el piano. De una lentitud abismal. De no poder reprogramar pautas, de no ser capaces de entender la realidad. De no querer escuchar y de demostrar poca humanidad.
Han criticado la falta de empatía, y se pisan la cola como cachorros recién llegados.
Lo de hoy por parte de quienes gobiernan, en el accidente más grave de los últimos tiempos en la región, ha sido de una falta de humanidad tremenda. Y una demostración de que ya no da para más.
