El diputado Christian Matheson se ha acostumbrado desde su abrupta salida como intendente de Magallanes, producto de la pérdida de confianza del Presidente Piñera y algunos ministros, ha salir públicamente más a criticar a quienes piensan distinto a él, que a proponer soluciones reales a los problemas que aquejan a nuestro territorio.
Una especie de reclamo constante que incluso adorna con imágenes de sus votaciones comparadas con las votaciones de los representantes de la «izquierda» o de los parlamentarios de Magallanes. Una especie de demostración de cómo piensa y cómo vota, pero sin mucho contenido. Cuando habla parece más analista que parlamentario. Es más, fue capaz de apoyar una acusación constitucional con increíbles errores de redacción e incluso de conceptos básicos en términos jurídicos, que además fue duramente criticada por su mismo sector. Demostrando que más allá de la búsqueda de razones con bases reales y estrictamente técnicas, Matheson vota sólo por ideología. Y al mismo tiempo, critica a la ideología de al frente… Un contrasentido.
Hace algunos días el mismo diputado salió diciendo a través de un comunicado de prensa (que algunos medios locales replicaron de manera textual) que el presidente Boric «se olvidó de su región» y que su Gobierno «hace mal las cosas». Una especie de lista repetida que cada vez que puede decirlo, insiste en los puntos pero sin ningún tipo de propuesta concreta para solucionar los problemas que él mismo debiera intentar también dar solución en su calidad de parlamentario. Pero la verdad es que Matheson, según las propias palabras de los otros congresistas de la región, no habla ni se reúne con ellos, y bueno ellos tampoco con él. Y es que la relación entre nuestros parlamentarios es mala, de poquísima relación, sin cruce de palabras, o de reuniones donde busquen trabajar en conjunto por Magallanes. Y eso, finalmente es lo que se necesita, no otra cosa. Una política buena, con intenciones positivas, con propuestas y trabajo en conjunto. Pero de eso nada. Ni lo piensan, ni lo quieren.
Es probable que los asesores, o el mismo Matheson, piensen que esta actitud poco constructiva, confrontacional y de ataque constante, le vaya sumando votos nuevos para su reelección… O con este tipo de hacer política ha ido influyendo en nuevos nichos electorales, o grupos que la próxima vez que deban ir a las urnas le darán su voto. Pero lo cierto, es que esta línea que sigue desde la más profunda ideología le está restando cada día más apoyo. Es sumamente probable que su nicho, o sus grupos más cercanos o de militantes estén felices con este formato, pero los tiempos cambian, y un parlamentario sin propuestas concretas, sin buscar los acuerdos o el trabajo conjunto por el desarrollo del territorio, va directo al fracaso.
Él, es una de las figuras congresistas que peligra su reelección hasta el momento a nivel local (hay otra más). Y si no varía sus formas y su trabajo más enfocado a lo local, y no estar intentando pegarle permanentemente al Presidente Boric o a su Gobierno, tendrá solamente un periodo sin pena ni gloria y lleno de críticas más que de soluciones…
Pareciera que algunos no entienden, que cuando son electos, pasan a representar a un territorio y no a un grupo de amigos.
Cuando tengamos representantes que piensen en la región y sus habitantes, y no tan solo en sus formas de ver la vida, «otro gallo cantará»… La gente lo va entendiendo así, y la teoría planificada del mentir constantemente que algo quedará, o el buscar frases violentas o populistas para llamar la atención, solo serán palabras al viento, sin sentido ni potencia. Necesitamos personas responsables, bien magallánicas, y que quieran lo mejor para todos nosotros. No es tan difícil de entender… O aceptar.