El fallecimiento hace unos días del destacado político demócrata cristiano Mariano Ruiz Esquide (1930-2023) trajo el recuerdo de un capítulo que parecía olvidado en el marco de la conmemoración del cincuentenario del golpe de Estado que puso fin al gobierno de la Unidad Popular en Chile: el rechazo expresado por algunos importantes dirigentes del partido de la falange al derrocamiento de la administración del presidente socialista Salvador Allende perpetrado por miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden, el 11 de septiembre de 1973.
Se trataba de una carta o declaración firmada por trece líderes políticos de la Democracia Cristiana (DC) el 13 de septiembre de 1973 que se oponía a la afirmación expresada el día anterior, por Patricio Aylwin, presidente nacional de la DC quien sostuvo:
“Los hechos que vive Chile, son consecuencias del desastre económico, el caos institucional, la violencia armada y la crisis moral a que el gobierno depuesto condujo al país, que llevaron al pueblo a la angustia y a la desesperación; los antecedentes demuestran que las FF.AA. y Carabineros no buscaron el poder. Sus tradiciones institucionales y la historia republicana de nuestra Patria inspiran la confianza de que tan pronto sean cumplidas las tareas que ellas han asumido para evitar los peligros de destrucción y totalitarismo que amenazaban a la nación chilena, devolverán el poder al pueblo soberano para que libre y democráticamente decida sobre el destino patrio”.
La carta o declaración de los trece, fue interpretada en un comienzo como una división más al interior de la entonces poderosa DC, principal partido opositor al gobierno de la Unidad Popular. Dicha misiva que se sustentaba en seis puntos, nunca fue publicada en medio periodístico alguno, aunque el borrador fue celosamente guardado. En lo medular, los firmantes explicaban su posición con respecto al golpe militar consumado dos días antes:
“Condenamos categóricamente el derrocamiento del Presidente Constitucional de Chile, señor Salvador Allende, de cuyo Gobierno –por decisión de la voluntad popular y de nuestro partido- fuimos invariables opositores. Nos inclinamos respetuosos ante el sacrificio que él hizo de su vida en defensa de la autoridad constitucional”. Más adelante, exponían las razones que a su juicio habían provocado la intervención de los uniformados, el dogmatismo y sectarismo de la Unidad Popular y la Derecha económica que aprovechó los errores del gobierno creando un clima de tensión, de ceguera y de pasión política:
“Estos sectores extremos alienaron psicológicamente a la opinión pública e, incluso, a numerosos dirigentes políticos y militares, creando la sensación falsa de que no había otra salida para la crisis chilena que el enfrentamiento armado o el golpe militar. Reiteramos hoy, igual que siempre, nuestra convicción profunda de que, dentro de los cauces democráticos, habríamos podido evitar en Chile la implantación de un régimen totalitario, sin necesidad de pagar el costo de vidas y los excesos inevitables en las soluciones de fuerza”.
La pregunta que se hacen muchos, especialmente los más jóvenes, es saber los nombres y conocer quiénes fueron los firmantes de la carta o declaración. En la página 857 del volumen II de la magnífica obra biográfica “Eduardo Frei Montalva y su época”, el historiador Cristián Gazmuri asegura que la misiva fue escrita por Bernardo Leighton en casa de Ignacio Palma Vicuña. Otro libro, “Los 13 del 13, los DC contra el golpe” de Jorge Donoso Pacheco y Grace Dunlop Echavarría sostiene que además de Leighton, influyeron en la redacción, el ya mencionado Palma, Radomiro Tomic y Renán Fuentealba.
En síntesis, los DC que se opusieron al golpe fueron: Bernardo Leighton Guzmán, abogado y ex ministro del Interior del gobierno de Frei Montalva; el abogado y asesor sindical Florencio Ceballos Bustos; el periodista Jorge Donoso Pacheco; el secretario nacional y miembro de la junta nacional de la DC, Belisario Velasco Barahona; el profesor de filosofía y asesor del presidente Frei, Jorge Cash Molina; el ingeniero químico y diputado por Ovalle, Marino Penna Miranda; el dirigente de la asociación de profesores y empleados de la Universidad de Chile, Ignacio Balbontín Arteaga; el ingeniero civil industrial y diputado por Arauco, Claudio Huepe García; el ingeniero civil y diputado por Santiago, Sergio Saavedra Viollier; el abogado y diputado por Santiago, Andrés Aylwin Azócar; el ingeniero civil y senador Ignacio Palma Vicuña; el arquitecto y diputado por Santiago, Fernando Sanhueza Herbage; el abogado y senador Renán Fuentealba Moena; el abogado y ex candidato presidencial Radomiro Tomic Romero; y el médico y diputado Mariano Ruiz Esquide. Otro de los firmantes iniciales fue el ingeniero, embajador de Chile en las Naciones Unidas en el gobierno de Eduardo Frei, José Piñera Carvallo (padre del futuro presidente de Chile Sebastián Piñera Echenique, quien al mediodía de ese día 13 por presiones de la línea oficialista del partido, presumiblemente por su amistad con el ex presidente Frei, habría retirado su rúbrica).
Muchos coinciden, en que esta declaración hizo posible el primer acercamiento en tiempos de la dictadura cívico militar, entre los partidos de izquierda y la Democracia Cristiana, para que mucho tiempo después acordaran, la creación del proyecto político conocido como “Concertación de Partidos por la Democracia”.