Gastaron millones. Sí, millones. Se podría decir que hasta tiraron la plata y no obtuvieron los resultados que buscaban. El despilfarro de algunos y algunas con tal de llevar sus ideologías y conveniencias hasta la Convención Constituyente fue demasiado notoria. Pero no solo en esa área, si no también en otras elecciones como la de gobernador regional o concejales.
Los medios oficialistas, y marcados por sus formas de dar a conocer realidades propias, también tuvieron sendas derrotas. El derechista El Pinguino se la jugó por candidatos que finalmente perdieron estrepitosamente. Páginas completas, publicidad diaria, entrevistas a toda hora, y nada. Mathesson aunque algo más que el resto, sacó una votación que lo dejó lejísimos del ganador Flies. Le dieron todas las ayudas y quedó fuera. Manuel Correa debe haber sido el que más plata hizo gastar a sus inversionistas. Tanto así que unas semanas antes de la elección ya no hubo apoyo económico. Aunque el medio oficialista lo siguió imprimiendo en su diario digital, ni hablar en tv y en radio. Claudio Flores también se convirtió en un fiasco promocionado por la gaceta plumífera. Mientras más publicidad, menos votos. Y quedó demostrado. En el caso de sus candidatos a concejales Juan Pablo Martínez y la directora-candidata María Solo de Zaldivar se repitió la historia.
Desde la derrota de Miodrag Marinovic Solo de Zaldivar (dueño de El Pinguino) contra Carlos Bianchi por la senaduría de Magallanes, que no se veía tanto despilfarro de recursos para poder ganar una elección. La única victoria fue la del director del diario, Alberto Solo de Zaldivar, que con un poco más de 40 votos fue electo concejal de Laguna Blanca.
En el caso de La Prensa Austral su notoria cercanía con el alcalde reelecto Claudio Radonich también afloró en su línea editorial. Buenos acuerdos durante su administración entregan buena cobertura en época de campaña. Ni hablar de ITV Patagonia, mismo cuento. En el caso de Polar Comunicaciones se podría decir que «casi» todas y todos invirtieron, tanto perdedores como ganadores. El resto de los medios, algunos más otros menos, también fueron considerados por las y los postulantes, con dispar suerte.
Lo que sí queda claro es que el gastadero de plata fue gigantesco y con pocos resultados favorables, sobretodo para los que más recursos ocuparon.
Los aportes totales a candidatos agrupados por listas según la información oficial del SERVEL es la siguiente:
La lista de Vamos Por Chile (UDU, RN, Evopoli y Republicanos) recibió $95.178.354; la Lista del Apruebo (PS, PPD, Radicales y Ciudadanos) 30.522.51; la lista de Regionalismo Ciudadano (Independientes agrupados y cercanos al Bianchismo) $25.150.000; la lista Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista) $21.636.936; la lista denominada Magallánicos No Neutrales (Andrea Pivcevic y Javier Solis) $10.160.000; la lista de la Coordinadora Social de Magallanes $4.388.840; la lista del Partido Humanista $4.000.000, y la lista llamada República de los Independientes de Magallanes $462.000.
En el caso de la revisión individual, nos encontramos con los 15 mayores aportes que se hicieron a sus respectivas campañas: **Cifras en millones de pesos
Rodrigo Alvarez (UDI) $61.498.354
Mauricio Daza (Regionalismo Ciudadano) $25.150.000
Manuel Gallardo (DC) $13.810.000
Rodolfo Arecheta (IND-Evopoli) $12.660.000
Julio Contreras (IND-PC) $8.010.000
Silvana Camelio (IND-Evopoli) $6.350.000
Marcelo Torche (IND-UDI) $6.170.000
Andrea Pivcevic (IND-NN) $5.910.000
Luis Navarro (PS) 5.665.000
María Flores (PS) $5.006.000
María Teresa Castañón (RN) $4.250.000
Gabriela Casanueva (IND-RN) $4.250.000
Javier Solis (IND-NN) $4.250.000
Javiera Morales (IND-CS) $$4.055.000
Jorge Bordolli (PH) $4.000.000
Se puede apreciar que los dos primeros con más aportes fueron electos, pero la segunda mayoría (Coordinadora Social) fue para Elisa Giustinianovic en la elección a constituyentes, y su cifra de aporte no alcanzó a superar los tres millones de pesos ($2.932.000).
Y así, como en la vida, la plata no hace la felicidad, Pero ayuda….
La derrota esta vuelta no tan solo fue económica, si no también ideológica. Para quienes pensaban que en campaña todo se basa en la cantidad de dinero que se «invierte», estaban absolutamente equivocados. Los tiempos cambiaron. Y en el caso de la propiedad de los medios de comunicación, y las supuestas ventajas que se puede tener dando a conocer realidades propias, antojadizas y sin fundamentos reales, ha quedado demostrado una vez más (pero esta vez de manera definitiva) que ya los medios no sirven como alguna vez sí sirvieron, para mostrar escenarios que se pretenden sean verdad.
¿Dueños de qué? Al parecer, dueños de nada.