El profesor y candidato a diputado por Magallanes, Luis Legaza Soto, finalmente optó por ir una lista para participar en las próximas elecciones. Agradece el apoyo del Partido Humanista por el cupo y la confianza.
“Esta fue una decisión que la conversamos mucho, porque esto significa crear un desgaste. Tu te metes en estas cosas y gente que no te conoce te trata hasta de ladrón, o te critican tu estilo de vida o piensan que lo que tu tienes se lo debes a algún conglomerado”, explica Legaza, añadiendo que “lo que he logrado construir es gracias a mi trabajo de treinta y tantos años dedicados a la educación”.
Además, el candidato recuerda que, pese a no ser electo, obtuvo una gran votación en la última elección municipal, lo cual le da un respaldo que le permite afrontar sintiendo apoyo el próximo desafío electoral.
“Hubo once mil personas que confiaron en Luis Legaza como persona, en el proyecto y las ideas que representamos”, argumenta el profesor.
El candidato al parlamento estima que lamentablemente no se ha producido el anhelado recambio en política, toda vez que señala que la papeleta de noviembre estará copada de nombres que ya han estado presentes en el ámbito político durante los últimos cuarenta años.
También comenta que la ventaja que tienen los candidatos independientes es que “nosotros no tenemos que rendir pleitesía a los partidos políticos”, por lo que finalmente pueden representar mejor por los intereses de la región.
Sin embargo, el postulante a la Cámara Baja advierte que habrá muchos “ofertones” durante la campaña, para “encantar a la gente definitivamente engañándola. Estamos en política no para engañar a la gente, sino para decirles que, de llegar a ocupar un espacio de poder, lo vamos a hacer con la mirada de territorio”.
Legaza critica fuertemente a las autoridades actuales y anteriores, sobre todo a las de nivel central, por no solucionar ni empatizar con los problemas de abastecimiento de servicios básicos que sufren los vecinos de los sectores periurbanos de la Comuna de Punta Arenas.
“No puede ser que las autoridades de Gobierno que fiscalizan a esta empresa (Salfa), de repente renuncian y se van a ocupar cargos gerenciales en la misma empresa. Esa cuestión es impresentable”, opina Legaza.
“Esta manera de ocupar la política para ir como escalando socialmente, sin mirar las necesidades de la gente, a mi me parece que es una cuestión nefasta”, declara el profesor.