¿Te has preguntado alguna vez por qué la política es una parte imprescindible de cualquier país u organización?
Aunque a veces pueda parecer un tema complicado o alejado de nuestra realidad, entenderlo es esencial para comprender cómo funcionan las estructuras sociales y cómo podemos influir en ellas.
En su esencia más pura, se refiere a las decisiones y acciones que afectan la distribución del poder y los recursos en una sociedad. Es el arte de gobernar y organizar la convivencia humana.
Desde la academia se nos explica que debemos imaginarla como el pegamento invisible que mantiene unidas a las comunidades al definir reglas y normas que todos aceptamos para vivir en armonía.
Hay al menos 3 funciones sustanciales por las que la política es un pilar en cualquier Estado:
Regulación social: A través de leyes y normativas, establece un marco que regula la convivencia, garantiza derechos y asigna deberes para todos.
Resolución de conflictos: Proporciona mecanismos para abordar y resolver disputas de manera pacífica y así evitar caer en el desorden o la anarquía.
Participación ciudadana: No es exclusiva de unos pocos; cada individuo tiene un papel que desempeñar y una perspectiva valiosa para su conjunto.
Desde el momento en que votas en unas elecciones hasta cuando dialogas en discusiones en materia de organización pública en tu comunidad, estás ejerciendo tu poder político.
De este modo, se convierte en una herramienta que te permite influir en el rumbo de nuestra sociedad.
La política debe ser un servicio a la comunidad, no un juego de poder ni de intereses personales. En Chile es urgente y de prioridad absoluta dar soluciones bajo una tan básica premisa del “bien común” y se trabajen soluciones reales para los problemas que enfrentamos como sociedad. Es hora de que se tomen medidas concretas y efectivas para ayudar a esta población vulnerable.
La pobreza no es solo una condición económica, sino también una forma de exclusión y marginación que afecta la dignidad y la autoestima de las personas. Es hora de que se tomen medidas para abordar y para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los derechos y oportunidades básicas.
En este contexto es claro que ya casi de manera permanente son los adultos mayores los que están sufriendo el impacto de las diferencias que tienen los políticos para al no encontrar acuerdos para mejorar de una vez las mentadas pensiones. Es esa “gente grande” los que han trabajado duro durante toda su vida para contribuir al crecimiento y desarrollo de nuestro país. Sin embargo, muchos de ellos, ya por sobre los 70 años en al final de sus vidas siguen enfrentando dificultades por sus bajas pensiones y para acceder a servicios básicos como la salud, la vivienda y la alimentación.
Urge que todos los políticos vuelvan a su rol de solucionadores y que se comprometan a ayudar de manera efectiva y sostenible a los adultos mayores a por ejemplo: Mejorar el acceso a servicios de salud donde puedan recibir atención médica de calidad, acceder a medicamentos y tratamientos necesarios de manera oportuna; Incrementar la seguridad y protección donde puedan vivir sin temor a la violencia, el abuso y la explotación; Fomentar la inclusión social y económica de tal manera que puedan participar activamente en la sociedad y acceder a oportunidades de empleo y capacitación. No son desechables nuestra tercera o cuarta edad.
Suena tan básico y a la vez reiterativo, a los partidos, a los que nos gobiernan que tienen el rol de decidir no se les debe olvidar que su función los obliga a trabajar para encontrar soluciones efectivas y sostenibles. Hoy de manera urgente.
Es hora de terminar con los “pero” o los “es que…” y se priorice la dignidad y el bienestar de las personas, no queda más espacio para peleas chicas. Los representantes políticos deben ya asumir su verdadero compromiso que dijeron tener en tiempos de campañas y dar paso a un trabajo donde se tomen en serio su responsabilidad como líderes, se concentren en encontrar soluciones comunes y que trabajen para construir una sociedad más justa. ¡es mucho pedirles?
Magallanes es una región rica en historia, cultura y belleza natural, pero también es una región que enfrenta desafíos importantes en términos de la atención y el cuidado de nuestros adultos mayores. Es hora de que se priorice la dignidad y el bienestar de esta población vulnerable.
Tal como lo escribí en alguna columna anterior, las necesidades de las personas, como este caso haciendo alusión a la ya ultra manoseada y postergada reforma para mejorar el pago de pensiones, no distingue derechas ni izquierdas… finalmente como toda persona nuestras autoridades no son lo que dicen sino lo que hacen y en hacer chuta que están al debe.
El llamado final es a no abuzar de la paciencia de una sociedad esponja en la que como dice en una de sus canciones León Gieco: “se Chupa todo lo que paso…” urge, pero de manera muy seria una pronta reconexión de todas las autoridades, principalmente las elegidas con las personas, con sus vecinos. Sí, sus electores, los mismos a los que buscarán en los próximos meses cuando ahora sean ustedes quienes los vuelvan a necesita…. 2025 año de elecciones presidencial y parlamentarias.