El taller destinado a debatir la elaboración de la Ley de Acuicultura en Natales terminó abruptamente, entre voces alzadas y duros reclamos por parte de los distintos gremios, trabajadores y actores sociales que se acercaron a la Biblioteca Municipal de la ciudad este viernes 18 de octubre.
Después plantear las razones de su enojo, sobre todo la escasa y sesgada convocatoria que hicieron los organizadores, los participantes abandonaron el edificio para definir en otro ámbito si continuaban asistiendo al taller que proponía extenderse a lo largo de distintas mesas. El rechazo fue unánime y en el marco de un día cálido y nublado redactaron rápidamente un documento justificando su decisión.
De poco sirvieron los esfuerzos de los coordinadores para calmar los ánimos. “Vamos a tomar un café y seguimos conversando”, proponían, pero el convite no fue aceptado y la comida quedó allí sin probar por la mayoría. En ese momento las preocupaciones eran otras.
Fue un final con el efecto de un balde agua fría para los representantes de la Universidad Austral de Chile y Subpesca quienes, según la visión de los trabajadores, pretendían imponer un temario que no abarcaba las verdaderas necesidades de la sociedad y del sector. Por otro lado, la convocatoria se evidenciaba teledirigida y poco representativa desde el vamos, explicaron varios de los presentes que tomaron la palabra con molestia y enojo.
En el salón los coordinadores de la actividad no pudieron contener la avalancha de argumentos por parte de los sindicatos y los trabajadores. En un escenario con los ánimos caldeado los participantes apuntaron a que las “ONGs” estaban detrás del propio taller y de los intentos por parte del gobierno de Gabriel Boric de exterminar la actividad salmonera en Chile afectando más 70 mil puestos de trabajo.
La Universidad Austral de Chile también resultó apuntada por su vínculo con la ONG PEW una poderosa organización ecologista que ha brindado fondos a la institución a pesar de que es sabida su posición anti industria en el sur de Chile.
Los trabajadores subrayaron que no existió una verdadera convocatoria a todos los sectores y acusaron, en definitiva, que el taller era una suerte de pantalla burocrática que no reflejaba el auténtico sentir de los habitantes del sur que están vinculados a la acuicultura.
“No está toda la gente representada aquí, nosotros vinimos de Punta Arenas, pero faltan sectores y después esto se muestra como una reunión donde todos participaron”, le dijo a este medio Antonio Muñoz, dirigente pesquero de Punta Arenas.
“Acá los que tienen que poner la música somos nosotros. No está la confianza dada para que podamos continuar y nos vamos a retirar”, señaló Marta Oyarzo del Sindicato 2 de Chiloé.
“Los mismo pasó con las convocatorias de CONAF por el tema de los planes de manejo y los pueblos originarios, convocan a algunos y muchos quedan afuera de estas reuniones”, explicó Amil Caro representante del pueblo kawésqar.
“La industria se mueve gracias a los trabajadores y en definitiva no estamos siendo escuchados. Porque por un lado, el gobierno impulsa la producción por los acuerdos internacionales y por otro aprieta el cuello”, señaló Pablo Ampuero de APSIA. “Consideramos que no están dadas las garantías ni las condiciones, necesitamos que esté la comunidad completa y aquí no está ni la mitad de la pesca artesanal, las organizaciones sociales ni los adultos mayores”, agregó.
Extrañamente la visión de los organizadores fue positiva. “Hubo una etapa de introducción bastante productiva. La gente agradeció mucho, pero faltaron actores y se va a reformular y esto es un punto de partida”, indicó Marlene España que integró el equipo que coordinaba el taller.
Otro hecho llamativo del taller es que se le solicitó a los periodistas “reconsiderar” su participación puesto que se pretendía incluir a sectores cercanos a la acuicultura. No obstante tampoco fueron convocados otros actores sociales que tienen relaciones con la actividad como los de la salud y educación, entre muchos otros.
Sorprendió también que al salir al patio de la Biblioteca Municipal los coordinadores les exigieron a los trabajadores “no grabar” ni captar imágenes. Desde ya un hecho insólito puesto que ellos son funcionarios públicos y se trataba de un encuentro en teoría abierto.
“Las organizaciones territoriales, sindicales, comunidades indígenas, pesca artesanal, armadores, asociación gremial, prestadores de servicios para la acuicultura y la Coordinadora Nacional de trabajadores del salmón:
Manifiestan lo que sigue.
Que nos retiramos de la convocatoria de presentación de los 8 pilares para la ley de acuicultura.
Porque encontramos que este proceso no cuenta las garantías necesarias en los principios que definió la subsecretaría de pesca para la participación de los sectores productivos y territoriales de la cadena productiva de la salmonicultura.
Esta convocatoria carece de información, difusión y tiempos que no garantizan las confianzas para discutir un proceso de legislativo que es trascendental para una ley que pretende regular nuestro rubro y que en los años solo lo han ido desmantelando con regulación anti industria.
Exigimos que se garantice que lo que se va levantar de los talleres quede plasmado en actas finales.
Que se garantice que las ONGs no serán parte de la discusión de este proceso .
Que se establezcan claras normas de que esta ley va garantizar el crecimiento de la industria y el resguardo laboral para los trabajadores.
Que se haga un proceso abierto sin limitación de participación por parte de la universidad.
Por lo tantos todas las organizaciones presente decidimos retirarnos hasta que existan garantías sólidas y confiables del proceso participativo y legislativo”.