La empresa salmonera Nova Austral enfrenta serios problemas financieros tras las duras sanciones impuestas por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), y en las últimas horas ha solicitado ayuda a la Tesorería General de la República (TGR) para evitar su quiebra.
De esta manera, en un correo electrónico enviado por el gerente general Nicolás Larco al director nacional de la TGR, se expresa la urgencia de una reunión bajo el marco de la Ley de Lobby. En esta comunicación, se argumenta que la compañía está siendo sometida a un cobro de impuestos de más de CLP 9.000 millones, que, con reajustes, intereses y multas, supera los $30.000 millones, poniendo a la empresa al borde de la quiebra.
En la misiva, además se sostiene que esta situación se debe a un doble cobro de impuestos relacionado con la Ley Navarino y a la imposibilidad histórica de establecer un procedimiento para que la empresa comprara alimento para peces de forma exenta de IVA. A pesar de haber pagado el IVA, se utilizó como crédito, pero ahora el Servicio de Impuestos Internos (SII) estaría procediendo a realizar un cobro que podría comprometer los pagos a los cerca de 900 empleados directos y 2000 empleos indirectos en Porvenir.
Nova Austral busca negociar una propuesta de pago mientras resuelve este problema en la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema, ya que considera que esta situación es una injusticia que podría llevar a la empresa a una crisis financiera insostenible. La petición apela a la urgencia de la situación y el impacto que podría tener en la estabilidad laboral de cientos de trabajadores y en la economía de Porvenir.