Como en todos los periodos de elecciones políticas surgen los ofertones. Pero siempre hemos de cuidar dichas propuestas ya que como bien sabemos “no todo lo que brilla es oro”. Claro, este 26 y 27 de octubre se eligen nuevas autoridades, que en muchos casos de nuevas no tienen mucho, ya que algunos esperan repetir su permanencia en sus puestos de representación popular. También existen otros, que quieren avanzar un paso más, y aquello es bienvenido ya que, permite la llegada de nuevos rostros que también tienen lo suyo y pueden aportar a las decisiones comunales y regionales.
En esta parrilla de ofertones escuchamos de todo: emprendimiento, multi-canchas cerradas, iniciativas sociales, por nombrar algunas. Pero en dichas propuestas siempre nos debemos preguntar, que tan viable son de realizar. Cosa que nos hace recordar un popular refrán: “otra cosa es con guitarra”. Pues claro, muchos candidatos al lograr ser elegidos experimentan una realidad muy distinta a la que piensan; en especial, porque muchas de las cosas que prometieron a su electorado no son posibles de realizar.
Por otro lado, la política comienza también a hacer lo suyo. Con esto me refiero, a grandes pancartas y lienzos que aparecen en nuestro cotidiano andar, y que al menos, han sido restringidos a determinados espacios públicos, donde todos los candidatos pueden aparecer. Como no recordar las elecciones de los años 90 o principios del 2000 donde los pendones se esparcían por toda nuestra ciudad sin ningún reparo. Escuchábamos camionetas parlantes, lienzos sobre árboles y hasta pancartas que colgaban en los cables de la luz. Todo esto a vista y paciencia de nuestras autoridades. En la actualidad todo esto no es posible, ya que incluso existe un tope máximo de dinero a gastar por cada candidato. Ahora bien, esos topes en dinero no digamos que son tan bajos, ya que hablamos de varios millones que deben salir de las carteras de los candidatos. Como muestra un botón. En el caso de los gobernadores regionales en Magallanes el tope máximo alcanza los 171 millones de pesos, es decir, no es una cifra menor.
En efecto, aún tenemos que avanzar en aquello, ya que si bien existen restricciones en los espacios, el dinero -queramos o no- marca ciertas diferencias en el puntos de partida -y lo que es peor- en el punto de llegada. De hecho, existen estudios que muestran una correlación directa entre el gasto electoral y los votos obtenidos; con esto me refiero a una relación muy sencilla: a mayor gasto, mayor posibilidad de ser elegido. Esto deja escasas posibilidad a candidatos que no poseen aportes en la carrera eleccionaria.
Por supuesto, existen excepciones que nos llaman la atención, es decir, candidatos que con creatividad y cierta mesura en sus gastos tienen una masa de votos que se debe destacar. Siempre existen dichas excepciones. Pero independiente de estas extrañezas, es sabido en política que los cargos requieren dinero, y que mientras más alto se desea apuntar, más dinero se debe gastar.
Bueno, dejemos el dinero un rato atrás y centrémonos en los ofertones y en el cuidado que debemos tener al respecto; como ya dijimos, “no todo lo que brilla es oro”.
Por qué digo esto. Lo menciono, porque ya he visto -al igual que en otras elecciones- propuestas que escapan de las mismas atribuciones de los cargos. Por ejemplo, he leído como concejales y consejeros ofrecen proyectos, como si éstos pudieran realizar dichas acciones. Aquello no es cierto, un consejero y un concejal no tienen las atribuciones para realizar proyectos por la región y la comuna que representan. Más bien, éstos son como fiscalizadores de las distintas acciones que realizan los gobernadores regionales y los alcaldes de cada comuna. Es esta la importancia de estos actores políticos, y créanme que aquello no es menor, ya que si una autoridad malgasta los recursos o contrata a funcionarios de forma indiscriminada, son los consejeros y concejales los que deben colocar en práctica sus funciones. Asimismo, escuchamos candidatos a gobernador regional y a alcalde, con una bonita retórica, sin embargo, sus propuestas más bien tienden a denostar la gestión de las autoridades actuales, con muy pocas propuestas o iniciativas.
Advertido lo anterior, escuche bien, reflexione y vaya a cumplir con su deber como ciudadano, pero siempre considerando la importancia de la información al momento de votar. Sean bienvenidos a un nuevo periodo de campaña electoral.