Cada vez tiene más y más importancia la figura del CIO (chief innovation officer (director de innovación), dentro de una organización pública o privada en todo el mundo. No importa el tamaño, tampoco el servicio, el producto que vendas o el país o región donde estés ubicado, incluso en Magallanes, es vital tener un encargado de innovación o por lo menos alguien que este constantemente analizando procesos, productos, y servicios con el objetivo de mejorarlo constantemente.
Pero antes que me digas que eres una Mipyme, aterricemos el tema, esto no significa contratar si o si, un profesional, en el cual se va todo tu presupuesto de contratación de años. Basta con entender que deberías empezar buscando dentro de tu organización, un colaborador (empleado) con cierto perfil, el cual pueda llevar adelante este importante desafío, que luego se transformará en oportunidades, basada en robustez competitiva. Esto sin duda dependerá de los objetivos y el desempeño de este perfil dentro de tu empresa.
Este perfil clave, es aquel que aglutina una serie de habilidades y funciones importantísimas dentro de un esquema organizacional moderno. Además, están muy conectadas con los tiempos que vivimos, (VUCA) volátiles, inciertos, complejos y ambiguos.
Algunas de sus labores y responsabilidades van desde la creación de estrategias de desarrollo, marketing, incorporación de tecnologías, nuevas oportunidades de negocios, incorporación de tendencias en su sector y desarrollo de nuevos productos o servicios. Básicamente estar atento a no perder cuota de mercado, o dar soluciones a problemáticas del ciudadano de forma inteligente, si eres un ente público, por ejemplo. En definitiva, estar constantemente a cargo de una mejora continua.
Esto es clave para que las empresas u organizaciones puedan sobrevivir y evolucionar, para que sus modelos de negocios sean sostenibles en el tiempo y den respuesta de forma eficiente.
Las organizaciones Magallánicas no son la excepción, ya dijimos que no importa su categoría o modelo de negocio, lo que, si hay que entender es que deben compatibilizar la fría gestión del día a día, su gestión núcleo del modelo, con la explotación de nuevas ideas de la mano de la innovación y la tecnología.
La importancia de tener una persona encargada de generar mejora continua dentro de la organización, más allá del título CIO, es que este encargado de innovación o en el caso de una consultora que sea la responsable de este proceso. Esto siempre supondrá aportar nuevas ideas, mejores y actualizados procesos con el objetivo de ser más eficientes, reducir costos y conectar las soluciones de la mano de la tecnología.
El CIO detecta nuevas oportunidades gestionando sistemáticamente fuentes de información. Hoy disponemos de información en abundancia sobre tendencias tecnológicas y de mercado. Tenemos acceso a bases de datos de infinitas start-ups, cuyo análisis nos permite identificar patrones de modelos de éxito emergentes. Con Google Patents o Google Scholar podremos saber qué invenciones o qué investigaciones crecen más rápidamente. Debemos seguir el rastro de los competidores, o empresas del mismo sector alrededor del mundo. ¿Sabemos qué movimientos estratégicos están realizando? ¿Cómo y con quién innovan? ¿Qué están implantando? O, ingenuamente, ¿creemos que no hacen nada? En especial las más pequeñas, que son más flexibles e innovadoras. Es aconsejable escanear sistemáticamente modelos de negocio de éxito en otros países, que quizás puedan importarse y desarrollar localmente (muchos de los grandes modelos de negocio digitales son adaptaciones de start-ups que ya estaban experimentando esas ideas en otros contextos). El CIO estructura relaciones de agentes cercanos –ecosistemas– que nos puedan proveer de información estratégica. Centros tecnológicos o Distritos Digitales, tal cual pretende ser el Distrito Digital Magallanes (www.distritodigitalmagallanes.org), que nos anticipen cambios en la base tecnológica de nuestro sector, emprendedores, clientes sofisticados –los más exigentes son aquellos que nos pueden señalar las claves del futuro–, expertos, personas creativas que nos formulen las preguntas, a menudo simples, que no somos capaces de formularnos, y que cuestionen nuestros acostumbrados y tradicionales pensamiento. Con todos ellos trabajaremos en formatos de creatividad colectiva e innovación abierta. La innovación es un proceso social, que requiere disciplina. Fijémonos metas, carteras de ideas con objetivos temporales determinados. Establezcamos sistemáticas de reuniones creativas para generar esas ideas.
“LOS CIO NECESITAN DE APOYO Y CONECCIÓN CON LOS TALENTOS Y TENDENCIAS TECNOLOGICAS, LOS DISTRITOS DIGITALES (Distrito Digital Magallanes) PROVEEN DE UN ESPACIO DE CONSULTA Y DE DESARROLLO PARA LA MATRIZ PRODUCTIVA LOCAL, DE LA MANO DE UNA FILOSOFIA DE MEJORA CONTINUA”
El CIO debe dirigir las actividades innovadoras de la organización, con métricas específicas. Pero ojo cuando queremos evaluar una idea incipiente no valen los parámetros financieros clásicos, tampoco la intuición empresarial. No podemos exigir retorno de inversión rápida a una idea nueva o disruptiva. La mataremos antes de evaluarla. Como dice Jeff Bezos en su reciente carta de despedida, “no te desesperes cuando una idea parece alocada. Hace 27 años, Amazon era solo una idea.
Lo que debemos lograr con nuestro encargado de innovación o quienes nos ayuden a innovar, es estar en carrera, más fuertes que nunca, así estaremos preparados para los cambios, así difícilmente no arrebataran algo de cuota de mercado.
Deberemos guiarnos por innovación continua, no es necesario contratar a alguien para esta función, no importa el título de quien cae la responsabilidad de la innovación dentro de la empresa, más bien como dueños de empresas o directores de organizaciones, públicas o privadas, debemos identificar algunas habilidades al momento de elegir un colaborador para entregar dicha responsabilidad, como la proactividad, conocimiento y madera emprendedora, esto hace de este perfil el más demandado y uno de los más importante dentro de una organización moderna.
Una empresa que no explora, no innova. Si no innova, no sobrevive en el largo plazo, y no es eficiente. Y ni mucho menos crece o da respuesta eficaz a sus clientes o usuarios, y estos últimos son los que eligen y mandan.
