Se viene las primarias de la centro izquierda en la comuna de Punta Arenas, y con ella la búsqueda democrática de alguien que los represente en términos ideológicos, de confianzas, y el respeto de acuerdos, por sobre todas las cosas.
El discurso de que había que ungir a un solo nombre en pos de la unidad jamás le hizo sentido a los partidos progresistas, y es más, nunca tuvieron confianza en el nombre que se ofrecía para tal veneración política, casi de una ser «iluminada» que traería la salvación de los pobres y las juntas de vecinos… (Tan visitadas en las últimas semanas en busca de los apetecidos votos).
Los enojos y frustraciones se han hecho sentir demasiado en el último mes, y las demostraciones de fuerza más bien se han ido moviendo hacia otro polo de atracción. Los partidos políticos y los actores de aquellos grupos han ido conformando conversaciones en la búsqueda de miradas comunes, sin caudillismos, y en la conformación de equipos de trabajo.
Porque a eso se debiera llegar sin forzar la situación. Los equipos de trabajo se van formando de manera natural y no obligando a nadie con miradas desafiantes y subiendo el tono de voz en un debate o entrevista. Las pachotadas ya no están de moda y la gente quiere consenso, empatía, y gente con capacidad de conversar y respetar acuerdos.
Vemos a un gobernador regional como Jorge Flies reuniéndose con todos los sectores de la centro izquierda demostrando que más allá de quién gane, lo que quiere son los apoyos para su reelección. Hace unos días se reunió con los comunistas y su candidato, ha tenido variadas conversaciones con los socialistas, y salió en un video de la candidata independiente pro radicales. Es decir, está con todos, sin preferencias. Pura estrategia.
A Gallardo (PS) se le ve con confianza y apoyado por la mayor cantidad de figuras políticas de distintos ámbitos y visiones. Al parecer ha ido logrando lo que muchos no imaginaron y se ha ido apoderando de espacios que estaban vacíos o sin convicciones reales por falta de acuerdos y seriedad en las propuestas. Dicen que «por lejos es el que tiene las mayores capacidades». A Eterovic (PC) lo vemos activo en medios y con la confianza de ser apoyado ya de manera oficial por Convergencia Social. No es una cancha desconocida para él. Tal vez uno de los dirigentes más antiguos y con experiencia política en nivel local. Y aunque su futuro estaba claro frente a una reelección como concejal, se le ha ido abriendo una puerta interesante a medida que pasan los días. El apoyo del partido oficialista le daría chances no menores. En el caso de Aguilar (PR) parecía hasta hace un tiempo que tenía buenas opciones, pero es lo que se ve y veía en redes sociales. La calle está diciendo otra cosa, más bien por el desinterés en participar el próximo 9 de junio. Pero también por la falta de equipo y de apoyos de figuras políticas. Cuestión fundamental en la gobernabilidad de cualquier institución. Y ese punto le juega absolutamente en contra, además de las desconfianzas de los partidos de centro izquierda que se han incrementado en las últimas semanas. En todo caso, el feminismo la apoya, y seguramente también habrán como siempre, algunos descolgados de partidos del oficialismo.
Serán los agentes externos los que definirán esta primaria.
Así las cosas, se ve y se siente que el progresismo comienza a tomar fuerza silenciosamente, como no lo hacían a nivel comunal hace mucho tiempo. Pero en sus convicciones están demostrando que hay que tener bases bien construidas y que los cimientos sean potentes y no voladeros de luces. Y los apoyos de históricos o autoridades con confianza ciudadana podrían inclinar la balanza.