Llevado a la Municipalidad de Punta Arenas por Sandra Amar (antes de ser diputada) y militante Evópoli, el firmante de los cartones de Rebeca Aguilante ha maniobrado para mantenerse “a flote” desde la administración Municipal de Claudio Radonich hasta el actual período presidencial.
En los últimos días ZonaZero ha publicado notas referentes a la investigación llevada en la Contraloría General de la República respecto de los antecedentes académicos de Rebeca Aguilante, los cuales la califican como “Experta” para hacerse cargo del Senama Regional.
Y aparecen siete cartones: “Dr. José Gómez Martínez” se lee debajo de cada firma correspondiente.
Entonces ¿Quién es José Gómez?
Los primeros antecedentes que hemos podido recabar respecto de Gómez Martínez es durante su paso por el Cesfam Carlos Ibáñez del Campo. Quienes aún trabajan allí sostienen que el psicólogo cumplía rutinariamente sus labores, pero era poco asertivo en sus diagnósticos: “No era de los que faltaban al trabajo. Pero daba la impresión de que era poco brillante, más bien mediocre”, recuerda un funcionario de aquellos años.
Más adelante llegó de la mano de Sandra Amar a la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio de Punta Arenas, cuando ella era jefa. En su presentación, Amar mencionó que Gómez trabajaría junto a personas “relacionadas con hechos de violencia intrafamiliar, situaciones traumáticas producto de hechos violentos vinculados a actos delictuales o acaecidos al interior de las familias”.
Además, Gómez llegó a la Dideco a impartir talleres sobre “comunicación y liderazgo, (…) talleres de autoestima (…), violencia intrafamiliar y tratamiento de situaciones de duelo, cómo puede ser la experiencia postraumática de sufrir el incendio de una vivienda, entre otros casos”, detalló Sandra Amar en la presentación, según consignó La Prensa Austral del 22 de febrero de 2017.
Ante estos antecedentes cabe preguntarse ¿Serán estos los talleres que acreditan a Aguilante cómo “Experta” para hacerse cargo del Senama en Magallanes? No, ya que al menos tres de los cartones son firmados en 2016. Y los correspondientes a 2017 harían referencia a los programas de la Dideco, y no como simples diplomas de honor, que en lo único que se diferencian de una distinción escolar es en el símbolo de Psicología, que va en el costado superior izquierdo (Ψ).
Tampoco se mencionó nada en aquella ocasión sobre su grado académico de doctor. Eso sí, en aquella ocasión se mencionó todo su curriculo y trayectoria, ya que la convocatoria de prensa era para darle relevancia al nuevo profesional ¿Por qué no se dijo que era doctor?
Por humildad, quizás.
Luego del arribo de María Teresa Castañón a Intendencia de la Región de Magallanes, Gómez Martínez obtuvo el cargo de la División de Desarrollo Humano de la administración del Gobierno local en su momento. Como es sabido, Castañón permaneció poco tiempo como máxima autoridad regional.
Sin embargo, Gómez se mantuvo en el cargo. Al menos le dieron la chance. Pero no habría sido bien evaluado por el nuevo intendente, en ese entonces, José Fernández.
“Con Fernández salió volando”, expresó el doctor Ramón Lobos a través de Instagram, en reacción a las notas previas sobre el Caso Aguilante publicado por ZonaZero.
Según consigna nuevamente La Prensa Austral de aquella época “nuestras fuentes confirmaron que para la casa se fueron Julio Muñoz, militante UDI, (…) y el psicólogo José Gómez Martínez, de Evópoli, jefe la División de Desarrollo Humano”. Ello, con “miras a reforzar el trabajo del gobierno”.
Para reforzar.
El mismo Lobos recuerda que, acto seguido, Gómez “aterrizó en el Eleam”.
“Se quedó administrando el Eleam cuando se retiró el Servicio de Salud, como representante de la ONG Pather Nostrum, supervisado por ella (Rebeca Aguilante) su trabajo”, comentó Lobos (sic).
Y similar al triángulo de las Bermudas, es una zona bastante difusa la que une a Aguilante, Gómez y la ONG Pather Nostrum.
Hasta el cierre de esta nota, y luego de haber solicitado una reacción aunque sea por vía digital por parte de la Intendencia de Magallanes, eso no ha ocurrido.
¿Por qué la intendenta Jeniffer Rojas no se quiere referir a esta grave denuncia?
Lo que sí se debe recordar siempre, es que una autoridad tiene el deber como representante de la administración del Estado de enfrentar estos temas con la máxima transparencia, y no evitando responder y transparentar todos los antecedentes. Lamentablemente resulta extraña la actitud desde el edificio de la Plaza de Armas.
Seguiremos esperando hasta que haya una respuesta.