Por algo más de 40 minutos, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó punto por punto la reforma tributaria del Gobierno ante parlamentarios, otros miembros del gabinete y el Presidente Gabriel Boric, confirmando que la iniciativa permitirá aumentar la recaudación fiscal en 4,1 por ciento del Producto Interno Bruto al año 2026.
De acuerdo a sus cálculos, la recaudación estimada para el 2023 será de 0,6 por ciento; subiendo a 1,8 por ciento en 2024, y a 3,1 en 2025, respectivamente.
«La recaudación empezará fundamentalmente desde el año 2024 (…) aún si todo se aprobara este año, tomaría las rentas del 2023 para tributarse en la Operación Renta del 2024″, aclaró el secretario de Estado, en cuyo marco el Ejecutivo prevé que «algo menos del 3 por ciento de los contribuyentes va a pagar más impuestos«.
La anticipada propuesta se enmarca en cuatro ejes: una restructuración del impuesto a la renta para estimular la inversión de las empresas, al igual que otras acciones para impulsar la productividad; crear un sistema moderno semi-dual, e implementar medidas orientadas a reducir las exenciones tributarias, eliminando resquicios que faciliten la elusión.
También impartiría un nuevo royalty minero, para elevar la renta captada por todos los chilenos producto de la explotación de recursos no renovables, así como impuestos correctivos ligados a la preservación del medioambiente y a reducir emisiones, entre otros objetivos.
«La minería tiene una base territorial muy distinguible, por eso, una parte de la recaudación del royalty minero y de los impuestos correctivos irá a las regiones«, garantizó durante su exposición el responsable de la billetera fiscal.
Hacia el final de la presentación, Marcel también apuntó que esta mayor recaudación implica un compromiso en «mejorar la calidad del gasto público, difundiendo mejor los contenidos del Presupuesto, y aumentando la resiliencia de las financias públicas» frente a eventuales catástrofes, por ejemplo.
«Entre los propósitos no solamente está generar mayor recaudación para financiar sus programas prioritarios por el lado del gasto, sino que también busca fortalecer la progresividad del sistema tributario, reducir los costos del cumplimiento tributario, reducir la evasión y la elusión, y también establecer o reconocer el compromiso que significa un aumento de recaudación, en términos de un uso eficiente y responsable de los recursos públicos», ratificó el ministro.
Una de las propuestas claves es que todos los ingresos generados por arriendos e inmuebles estarán gravados con impuestos, eliminando la exención otorgada a los DFL2, al tiempo que se crea una exención que permite deducir de la base imponible del impuesto global complementario los gastos por arriendo con un tope de 450 mil pesos al mes, es decir, un beneficio para quien paga el alquiler.
Asimismo, las empresas podrán reducir la carga impositiva mediante una tasa de desarrollo de 2 por ciento si invierten en innovación y desarrollo.
El ministro Marcel se encargó de despejar ciertos temores, como el supuesto cambio al régimen de las ganancias de capital para la venta de bienes raíces. «Eso no está en el proyecto», recalcó.
Respecto de la eliminación de la exención del impuesto a la renta a los arriendos de propiedades DFL2, el titular de Hacienda destacó que «no es que se esté inventando un impuesto que no existe», sino que «lo que ocurre es que hay muchas personas que no los declaran y no los pagan» mediante el Global Complementario.
«La lógica del DFL2 siempre fue estimular la compra de la vivienda propia, entonces con el tiempo, algunos excesos de beneficios tributarios ligados a DFL2 se han ido eliminando, y por lo tanto este es un ajuste relativamente marginal», explicó Marcel.
Con todo, los primeros dos proyectos de la reforma ingresarán al Congreso la próxima semana: el primero incorpora cambios al impuesto a la renta, al impuesto a la riqueza, limita exenciones e introduce medidas contra la elusión y la evasión fiscal, mientras que el segundo es en realidad un paquete de indicaciones para el proyecto de ley sobre royalty minero, que está en el Senado.
«Consta de dos tiempos», precisó el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson: «uno va a ser la próxima semana, en que vamos a ingresar en el Senado, y ya está conversado con la Comisión de Minería y Energía, y con la Comisión de Hacienda que la tramitación de la indicación sustitutiva en materia de royalty pueda revisarse a través de ellas».
«Por otro lado, tenemos el paquete más bien relacionado con renta, patrimonio y Código Tributario que entrará por la Cámara de Diputados, tal cual como lo establece la Constitución», detalló.
En total, habrá cuatro iniciativas legislativas relacionadas con la propuesta, y se prevé que las dos posteriores sean ingresadas en el cuarto trimestre.
Posteriormente, hizo uso de la palabra el Presidente Boric, quien tras agradecer al ministro por su clara exposición, destacó que la propuesta ponga el foco en la inversión, pues «un tremendo tapón que tiene el país es que la productividad está estancada hace casi 10 años, y generar un incentivo a la inversión apunta a eso«.
Asimismo, reafirmó que «esta reforma tributaria no le sube los impuestos a las pymes, sino que busca incentivos para que sigan desarrollándose, y para que tengamos una mejor y mayor competitividad en nuestra economía; que las pequeñas y medianas empresas puedan tener mayor participación en el mercado, por eso se habló, por ejemplo, de incentivos tributarios al pago a 30 días».
En síntesis, resaltó que «es un proyecto completo pero que, por cierto, está sujeto a la discusión democrática de la Cámara de Diputados y el Senado, en donde esperamos recibir los aportes que puedan realizar los parlamentarios, y contar con su buena voluntad».