El último afiche que promocionó una sala de cine en Natales correspondió a la película “El Regreso a la cámara 36 de Shaolin”, interpretada por el padre de la actriz Lucy Liu, Gordon Liu, quién en la cinta “Kill Bill, vol. 2” de Quentin Tarantino interpreta al maestro de artes marciales de Uma Thurman. El afiche, póster o “vamos a ver la cartelera” como se decía en jerga natalina, estuvo en el invierno del año 1982 por casi dos semanas adherido a las ventanas de la Pastelería “El Telégrafo” del histórico ciudadano ilustre Juanito Yutronic y la Librería “Stipe” de Esteban Kruze sin que la película fuera finalmente exhibida.
Nadie puso grito en el cielo, aún cuando aquella cartelera no sólo anunciaba el silencioso fin del “Cine de Agostini”, gimnasio del colegio salesiano Monseñor Fagnano que mutaba a sala de exhibición los fines de semana. También aquella imagen impresa se convertía en el acta de una defunción no anunciada del cine en Natales, historia de amor que se inició en plena infancia del pueblo durante la segunda década del siglo XX y que duró por casi 70 años.
Ese vacío permaneció por años desde la desaparición del Cine de Agostini y más de 5 décadas si se considera desde el incendio que arrasó con el cine Palace, la gran sala de exhibición que tuvo Natales hasta el año 1969. Ironías del destino, en un mes más se cumplirán exactamente 52 años desde aquella tragedia y, hoy, es el mismo apellido y linaje sanguíneo- la familia Mattionni- encargada de desafiar los tiempos de pandemia y reinaugurar la nueva sala de Cine “Estrella” en la ciudad.
Entre medio de ese vacío y como si se tratara de una película italiana producida por Hollywood, no fue poco lo que pasó por Natales en aquellos años de ausencia del cine. De la noche a la mañana esta modesta ciudad cambió su giro de subsistencia para independizarse de Argentina y convertirse en una cosmopolita capital del turismo; extendió su población, colegios y centros comerciales. Rellenado en las últimas décadas por la irrupción del video, el TVCable y las plataformas, hubo tímidos intentos en los 90 por resucitar la pantalla gigante para fines benéficos con filmes taquilleros como “Supergirl”, “Rey León” o la trilogía remasterizada de “La Guerra de las Galaxias”. Y también, desde la primera década del siglo XXI, una muestra cinematográfica de gran nivel se iniciaba poéticamente desde una caverna prehistórica y concluía en un gran festín popular al mejor estilo de Cannes con películas destinadas a convertirse en clásicos del cine latinoamericano. Para más remate, el rostro del cine chileno- forma de decir para una cara que llena la pantalla- ha sido por décadas un oriundo nacido en las entrañas del territorio: El gran Luis Alarcón.
Hoy, la resurrección del cine en Natales no está a cargo de monjes shaolines como los de la cámara 36, sino que se ha multiplicado en el espíritu canino de Scoby Doo, Cruella, hombres lobos, Trolls, dragones y el lazo mágico de una Mujer Maravilla que vuelve a la década de los 80 como si estuviera haciendo justicia a los años que el pueblo se quedó sin cine, arte y magia.