La Convención Constitucional despachó este miércoles el reglamento general que regirá su funcionamiento interno y que sentará las bases para la discusión de fondo de la nueva Carta Magna que se avecina en las próximas semanas, superando así lo que muchos expertos consideraban su primera prueba de fuego.
El Pleno del órgano ciudadano demoró tres días y medio en aprobar o rechazar en particular las 323 indicaciones presentadas al articulado que había sido visado en general el 14 de septiembre, dando paso a la votación del reglamento de Ética.
La normativa ratificada incluye en su artículo 94 que durante el trabajo de la convención las normas constitucionales necesitarán un quórum de dos tercios para ser aprobadas, tal y como estableció la reforma constitucional que en 2019 dio luz al proceso constituyente.
Después de despachar el texto, la presidenta de la asamblea, la académica mapuche Elisa Loncon, destacó que se trata de «un paso fundamental» y afirmó que «con este reglamento incorporamos las esperanzas que tiene la ciudadanía, los pueblos, las mujeres, los jóvenes, para escribir esta nueva Constitución».
«Este paso es histórico, lo hemos dado dentro de un contexto complejo, con un Covid intermedio que nos exige bastante cuidado (…) nada nos ha detenido con el propósito de cumplir este paso tan importante», agregó.
De igual forma, el vicepresidente, el académico Jaime Bassa, expresó que «estamos muy contentos, muy satisfechos, han sido días muy largos, difíciles, trabados por distintas razones, pero hemos logrado como cuerpo, como asamblea, sobreponernos a esas dificultades y llegar a este punto».
El abogado constitucionalista enfatizó que es un «reglamento en clave participativa, en clave inclusiva, que dialoga con las discusiones que vienen ahora en materia de participación indígena y participación popular y hemos logrado hacerlo antes de que se cumplieran los famosos tres primeros meses de la constituyente».
La convención empezó en julio pasado y está conformada en su mayoría por ciudadanos independientes y de tendencia progresista o de izquierdas, y su impulso resultó de un acuerdo político para contener la grave crisis social y política de 2019.
