La mayoría de la gente ignora que el grupo escultórico ubicado en la Avenida Bulnes frente al Hospital Naval, no corresponde a la versión original. Recordemos que en febrero de 1944 se hizo entrega a la comunidad de un imponente Monumento confeccionado en granito que recreaba el proceso de la industria ganadera en la región, simbolizada en los elementos que hacían posible esa actividad, el ovejero y su caballo, los perros y las ovejas.
Para fines de 1957 tanto el diario “La Prensa Austral” como el vespertino “El Magallanes”, dedicaban en sus páginas centrales varias notas y crónicas pequeñas, en donde se hacía referencia al creciente deterioro causado por extraños y vándalos, al conjunto monumental, lo que hablaba del pésimo comportamiento de algunos habitantes de la ciudad, más aún, en momentos en que Punta Arenas vivía con gran apogeo, las actividades relacionadas con la implementación de la ley de Puerto Libre, con la internación de manufacturas, artículos suntuarios y productos de alta tecnología, provenientes principalmente, de Europa y de Estados Unidos.
Varias organizaciones académicas se instalaron en la ciudad, entre ellas, la sede regional de la Universidad Técnica del Estado y al menos cinco Institutos Chileno Extranjeros de Cultura. Fue común en esa época la llegada de eminentes científicos como Annette Laming, Grete Mostny, Joseph Emperaire y Alejandro Lipschutz que reiniciaron los estudios etnográficos iniciados por misioneros de distintas congregaciones religiosas, en el primer cuarto del siglo XX.
A mediados de 1960, las autoridades municipales decidieron remover el dañado Monumento al Ovejero. El empresario Francisco Campos Torreblanca encargó nuevamente al profesor y escultor Germán Montero Carvallo que rehiciera el grupo escultórico en bronce. El trabajo de fundición se realizó durante todo el año 1961 en el taller de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, en Santiago.
En la ejecución de la obra de unas cinco toneladas en total, participaron los doce alumnos del taller, dirigidos por los maestros René Arriagada y Víctor Agrigó quienes se refirieron sobre la trascendencia del Monumento: “Esta es una de las mayores obras que hemos hecho. Es sólo comparable a la que realizamos en homenaje a Enrique Rodó, que se encuentra en el parque Gran Bretaña de Santiago, o del Monumento de Hernando de Magallanes que se encuentra en Lisboa”.
El nuevo grupo escultórico llegó a Punta Arenas, a bordo de la motonave Isabella, un buque de los registros de la firma Martínez Pereira y Compañía Ltda., el 31 de enero de 1962. Por acuerdo municipal, se resolvió donar el antiguo Monumento a la ciudad de Coyhaique, recogiendo una recomendación del recién fallecido donante Francisco Campos Torreblanca. A continuación, en la primera quincena de febrero, personal de la Dirección de Obras Municipales retiró las piezas del cuadro ornamental original, las que luego, fueron enviadas por vía marítima en el transporte Pinto de la Armada Nacional a Puerto Chacabuco, para ser destinadas finalmente, por efectivos del regimiento Aysén, al municipio de Coyhaique. El alcalde de dicha comuna, Héctor Cortés Castro, envió una sentida misiva a su homólogo de Punta Arenas, Ernesto Guajardo Gómez, agradeciendo el gesto de nuestra Corporación Municipal y felicitando a toda la ciudad de Punta Arenas, extendiendo de paso, una invitación formal al edil magallánico, para asistir a la futura inauguración del Monumento al Ovejero emplazado en la Plaza de Armas de Coyhaique.
El 8 de marzo llegó por vía aérea a Punta Arenas procedente de la capital, el escultor Germán Montero Carvallo, quien contó detalles acerca de la fundición en bronce. “Se esculpió el material primero en greda, luego en yeso, después en cera, para ser revestido con un material refractario que permitió el moldeo”.
Los trabajos de hermoseamiento en el paño de Avenida Bulnes donde se ubicó el Monumento se acrecentaron a contar de la segunda quincena de marzo de 1962. Se incluyó la colocación de una colina artificial de un metro de altura, y una plataforma de material vegetal contenida dentro de muros de piedra a la vista. Después se procedió al trazado de diversas callejuelas interiores con sus correspondientes aceras perimetrales, de pastelones de concreto y áreas verdes, que alcanzaban los cuatro metros y medio de ancho.
El diario “La Prensa Austral” recordó que el noticiero Emelco había realizado una serie de filmaciones con el objetivo de crear un documental, que enseñaba los distintos pasos comprendidos en la elaboración del Monumento y cuyo capítulo final, era su inauguración en la remozada ubicación en la Avenida Bulnes.
Foto: De izquierda a derecha: José Grimaldi, el ovejero Abel Oyarzún, Francisco Campos Menéndez, y el escultor German Montero
El 1 de abril de 1962 se produjo el estreno del flamante nuevo grupo escultórico. El alcalde Ernesto Guajardo subrayó en su discurso protocolar que “El Monumento al Ovejero no es el homenaje a un hombre, sino que a toda una gesta”. En tanto, el escritor Enrique Campos Menéndez a nombre de su familia, hizo un recuerdo de su padre, principal benefactor de la obra, mientras que, Juan Bustamante Vargas, presidente del Sindicato Ganadero y Frigorífico de Magallanes manifestó:
“Si hay algo que engrandece la acción del hombre es cuando el hombre mismo dignifica la acción de los demás. Esto que estamos presenciando en estos momentos es en la justa medida el homenaje que se rinde al más sacrificado compañero de nuestra organización. Yo quiero señoras y señores, agradecer en nombre de nuestro Sindicato, la erección de este Monumento que dignifica la tarea de los campesinos magallánicos y nos entrega la grata ocasión para felicitar al donante, congratular al escultor señor Montero Carvallo, al poeta señor Grimaldi y, a la Ilustre Municipalidad de Punta Arenas, que ha querido que la voz del hombre del campo rubrique con su presencia este acontecimiento regional”.