Se acercan las primarias presidenciales que se llevarán a cabo el próximo 18 de julio y que enfrentarán a los respectivos candidatos de Chile Vamos y la alianza FA-PC. Pero también se acerca el plazo para la inscripción de candidaturas presidenciales, ya sea por decisión de los partidos o a través de primarias convencionales (23 de agosto). La candidata presidencial del Partido Socialista (PS), Paula Narváez, ha dicho nuevamente que «desde el primer momento se ha hablado en la necesidad de que sea la ciudadanía la que defina quién es el candidato o candidata de la centroizquierda». Resta esperar los tiempos de la Democracia Cristiana que el Consejo Nacional que celebran por estas horas debiera definir su mecanismo. O mejor dicho, cómo hacer entrar a Yasna Provoste en este escenario. Aunque algunos ya piensan en buscar la fórmula para levantarla cómo única alternativa.
«Primero lo quisimos hacer en el arco amplio de la oposición, eso no fue posible, no por nuestra responsabilidad, puesto hoy día entonces estamos propiciando esta primaria entre la Democracia Cristiana, el Partido Radical y otros quienes componen la Unidad Constituyente y el progresismo para llevar adelante esa consulta ciudadana con el apoyo del Partido Socialista, el Partido por la Democracia, de Nuevo Trato, Partido Liberal que son las fuerzas políticas que apoyan esta candidatura», agregó Paula Narváez a medios nortinos.
Mientras tanto, la presidenta del Senado aún no se pronuncia por esta posibilidad, y como antes mencionamos tampoco su partido (DC). «Lo importante, lo más importante, es tener un programa común, que es lo que se le va a ofrecer desde la centroizquierda a la ciudadanía, tener una plantilla parlamentaria que se comprometa con este programa de Gobierno y avanzar en una candidatura única nos parece que es lo correcto y los temas electorales les corresponden a los espacios de la dirección política. Nosotros estamos en la dirección senatorial, como presidenta del Senado, y nosotros vamos a contribuir, como lo hemos señalado ya en reiteradas oportunidades, para que el programa que se le ofrezca a nuestro país y la unidad desde la oposición sea lo que permita también avanzar para que a nuestro país le vaya mejor», añadió.
Seguirá la espera, aunque no por mucho. Los plazos se van a cortando y desde las cúpulas políticas lo saben. Las negociaciones están a la orden del día para ver cómo solucionar este embrollo electoral. Y aunque varios quieren seguir «estirando el chicle» la verdad es que mucho más no va a dar… Veremos si las lecturas que se están haciendo son tan acertadas y provocan un cambio en deseo de la ciudadanía. Los últimos resultados no le son muy favorables a dicho sector. Menos el de gobernadores regionales y las segundas vueltas. Un discurso más de estrategia, que de realidad política y social.