Estamos en fechas en las cuales se facilitan los recuerdos por diversas situaciones, más allá de lo que marca el calendario . Los medios dan cuenta de esta fecha importante , no solo por acontecimientos nacionales , también por otros que han marcado el devenir del mundo, que como todo tiempo, con los años se recuerdan , evalúan y proyectan, por su importancia y consecuencias en el devenir humano.
Hay quiénes somos mas viejos, mas que la mayoría de los habitantes de nuestro país y que tenemos un 11 de septiembre tan cercano por el dolor en nuestros recuerdos ,la pertinencia en los acontecimientos, indistintamente de haber sido en mayor o menor medida protagonistas de esos momentos y de cómo a partir de esa ocasión cambiarían nuestras vidas presente y en el futuro.
No hay duda que esa coyuntura e inflexión nos dieron una condición y embestida que llevaremos con toda certeza hasta el final de nuestros días.
También fui testigo , no ya directo como el anterior , pero que como millones de personas en el mundo vimos por TV en vivo el otro 11 de septiembre , el de Las Torres Gemelas , del que hoy se recuerdan ya veinte años. Fecha también colmada de dolor extremo , de irracionalidad humana y de consecuencias tan presentes hoy , que se sellan con las imágenes de los perseguidos en Afganistán , dos décadas después y que vemos en imágenes en directo desde hace varias semanas en los diferentes medios de comunicación.
Por espacio, no dare cuenta de la relación histórica de los hechos , de ambos acontecimientos , que cualquier historiador avezado lo podría hacer mucho mejor que el suscrito, pero no quiero ser menos pretencioso y pretendo ir por otra vertiente.
La reflexión inmediata. Para ello me pregunto siempre, cuánto influyeron en mi crecimiento lo acontecido , sigo siendo el mismo , sigo pensando igual o tengo un visión distinta con toda la carga que conlleva el tiempo pasado , el presente en el cual vivo y el futuro personal.
Como chileno intentó permanentemente buscar la respuesta de qué tan distinto somos hoy , conociendo los hechos y sus consecuencias en el tiempo transcurrido y que como tal permite que veamos el paso de tantos años en la vida de más de una generación . Primero concluyó con fuerza que todo tiempo pasado, no es mejor, pero también digo , cuánto hemos colaborado para romper esta premisa y de verdad ser distintos a lo que éramos.
Si ambos acontecimientos como resultado tienen de común la intolerancia en su grado máximo, el trato más inhumano y cruel que la persona puede recibir por pensar distinto y al mismo tiempo responder con otra premisa , cuanto más tolerante por ejemplo somos hoy .Qué tanto empeño hemos puesto para preservar y promocionar los principios y valores que sentimos como básicos y fundamentales para una sociedad de libertades en estos tiempos , con valores positivos de convivencia, de ética y respeto, de tolerancia, democracia y libertad.Cuánto valor le damos ahora y aquí a todas estas condiciones esenciales para una sociedad civilizada.
Al tratar de comprender la realidad presente, pareciera que esta va por un camino que nos lleva, nos trae, nos quita y nos da. Esta premisa en algunos momentos pareciera una certeza presente, aunque no generalizada , porque de ser cierta sería que estamos condenados a repetir los hechos que precipitan los acontecimientos, eso en cualquier análisis es falso.
Al contrario soy de los que cree, que siempre podemos escoger qué hacer, como por ejemplo frente a la violencia, al dolor y el sufrimiento, o frente a situaciones cargadas de odio y de desprecio al sagrado valor de la vida humana. También frente a los enemigos de la convivencia pacífica y democrática , que es donde solo puede germinar la libertad , la democracia y la justicia.
Todavía en nuestros días, siento que los derechos en toda su extensión son frecuentemente ignorados y violados, en muchas partes del mundo, nuestro país no ha sido una excepción . Es algo que por supuesto en un dia como hoy, debemos tener muy presente , recordar y valorar; pero creo que también deberíamos tenerlos muy presente cada día, y especialmente en los más jóvenes; pues son ellos los que ven más alejado de su tiempo estos acontecimientos , pero también los que deberán esforzarse por perpetuar la vigencia y defensa de los derechos en el futuro. En definitiva, tener muy patente que los Derechos Humanos son la esencia que permite a cada persona tomar conciencia de su propia dignidad y de cada uno de sus semejantes; y su respeto representa un compromiso básico para favorecer la convivencia en libertad.
Si asumimos esta realidad ,el camino y sus avatares tendrán una condición aprendida . En algunos momentos la intolerancia, la falta de respeto a las personas , la insensibilidad frente al dolor , el mirar al lado frente a los que necesitan de nuestro auxilio nos colocan en una senda en la cual solo salimos con más dolor y más pequeños . También es importante que trabajemos algo que no siempre como nacionales propiciamos, como es el compromiso ético con la solidaridad global y en un contexto de Humanidad , en un mundo cada vez más interdependiente y entender que ante el dolor somos nosotros , pero también los demás , indistintamente el lugar donde desarrollen sus vidas. Mientras no entendamos esta realidad , no repetiremos los hechos , pero caeremos una y otra vez , volviéndonos más pequeños una y otra vez.