Por Claudio Andrade
Uno es una leyenda del boxeo. De los grandes entre gigantes. Invicto en 50 disputas. Técnicamente brillante. Insufrible adversario.
El otro, un Youtuber al que le gusta el deporte de los puños y que exhibe, debido a sus travesuras, casi 20 millones de seguidores.
Con ustedes Floyd Mayweather y Logan Paul.
Entre ambos y con la ayuda de unos buenos amigos, organizaron un show televisivo que tendrá un costo de unos USD 50 dólares el evento en los Estados Unidos. En Latinoamérica lo transmitirá ESPN a las 21 de este domingo.
Lo han dado en llamar un match de exhibición. Algo como el que protagonizaron Mike Tyson y Roy Jones Jr. en aquella pelea de dinosaurios más o menos en forma.
Aquí la diferencia radica en que Logan no es un boxeador sino un hombre espectáculo de la era de las redes.
Jugueteó con un muerto en Japón, y algunas otras locuras de niño travieso. Le alcanzó para volver famoso en la fauna de los videos.
Peleó en tres ocasiones. Es grandote. Se cuida. Es naturalmente fuerte.
No posee técnica de defensa. Aplica un jab simple y ganchos de bruto. Eso sería todo.
Si a sus 26 años logra conectar al Floyd de 44 años, puede haber algún hecho curioso en el combate.
¿Por qué Money vuelve al boxeo en esta versión? La única respuesta es el dinero. De ahí su apodo.
Se trata de una figura que suelen fumar dólares y, como dijo un amigo suyo, el dinero se acaba y hay que conseguir más.
Se estima que se venderán unos 2 millones de «tickets» virtuales en Estados Unidos, más los contratos publicitarios y televisivos en el resto del mundo, la suma será cuantiosa.
Para Logan es un asunto de aumentar su popularidad con otra travesura. Antes importunó a un muerto en el bosque de los suicidios. Ahora es el turno de tratar de romperle la nariz a una vieja gloria del boxeo.
Para Floyd implica poner una vez más el cuerpo. Dice que entrenó día por medio. Pero aunque hubiera ido al gym cada jornada el cuerpo tiene razones que la cabeza no puede soslayar.
¿Tiene esto que ver con el deporte? En verdad no. Porque ninguno pretende rendir homenaje a lo que significa subir a un ring para dejar el sudor y vencer al oponente entre sueños de superación y crecimiento.
El boxeo es aquello que hicieron Ali, Sugar Rato Leonard, Julio Cesar Chávez, Oscar de La Hoya y otros. Algo bastante distinto.
Será como vienen siendo este tipo de espectáculos, versiones contemporáneas del Circo Romano, mientras afuera la pandemia no afloja. No aun.