En publicaciones de diversos medios de comunicación regionales, la Cámara Chilena de la Construcción ha dado su opinión respecto de los escenarios futuros desatados por los vientos en Magallanes.
“En Magallanes tenemos un clima particular y con todos los fenómenos del calentamiento global estos serán más severos. Es de esperar que la construcción evolucione para entregar soluciones mucho más seguras y confiables que duren por muchos años”, manifestó a LPA el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Carlos Braun.
Pero lo cierto es que no todos comparten que la gran lección que aprender del temporal del 12 de agosto es que el cambio climático, o “el cambio en el viento”, incidió o incidirá en las construcciones en la región.
Otros concluyen que el foco está en la misma construcción. Que se debe poner atención a las debilidades, no a las amenazas.
El arquitecto Dante Baeriswyl opina que el centro del debate debe ser la calidad actual de la construcción, que al parecer por tantas negligencias cometidas, ha quedado en evidencia que está fallando.
A su juicio, derechamente faltó conocimiento técnico. Por ello todas las demás estructuras, incluidas las más antiguas de la ciudad, resistieron el viento del jueves.
“Lo que más preocupa es que son construcciones nuevas, mientras que las construcciones más antiguas hechas de madera con buenos clavos y buenos anclajes han resistido perfectamente estos vientos y siempre los han soportado”, declaró el arquitecto a un medio local.
Lo cierto es que se hace urgente tener construcciones con identificación local, supliendo las necesidades básicas regionalmente hablando. Cambiar las normas centralizadas, exigir fiscalizaciones acordes con lo que espera la ciudadanía. Y mirar la historia, entender las construcciones magallánicas. Y como dicen por ahí… »La arquitectura moderna no significa el uso de nuevos materiales, si no utilizar los materiales ya existentes en una forma más humana».