Un poco en broma, un poco en serio, algunos comparaban el cruce desde Natales a Río Turbio con aquellas gestas cordilleranas que protagonizaron Bernardo O Higgins y José San Martín.

Lo cierto es que casi 50 personas cruzaron este lunes a la Argentina utilizando el Corredor Sanitario gestionado por la Alcaldía Ciudadana, la Delegación Presidencial y la intendencia de Río Turbio.

Del grupo, que también integraban funcionarios, chofer y personal médico, 44 jubilados de la mina cobraron sus haberes.

Fue un proceso extenso pero que gracias al trabajo previo del equipo jurídico del municipio de Natales, comandado por la abogada Katherine Burgos, pudo fluir sin percances a ambos lados de la frontera.

Dos años después Río Turbio sigue allí. Natales también. Y como efecto de una fuerte presión que generaron la alcaldesa Antonieta Oyarzo y las delegadas Luz Bermudez (regional) y Romina Alvarez (provincial), se cumplió el objetivo de favorecer al primer grupo de jubilados.

Cuesta imaginar que se siente no poder cobrar la jubilación cuando se está a 30 minutos del banco. Irracionalidades de la vida política que solo la política pudo resolver.

Los próximos dos lunes se repetirá el viaje con otro grupo aunque bajo los mismos parámetros sanitarios.

Durante el recorrido de ida y vuelta se escucharon loas a la Alcadía Ciudadana y las delegadas.

Después de tantos “no”, tanta imposibilidad y reuniones, hubo luz al final del túnel. Río Turbio y Natales, Natales y Río Turbio, volvieron a ser una región hermana y conectada.