Es cierto que se necesita un polideportivo en Punta Arenas. Es innegable, incluso para los más incrédulos. Es verdad que el deporte local necesita espacios cerrados ya que en invierno se hace más difícil la práctica de alguna actividad al aire libre. También es real que mucha gente en Punta Arenas está de acuerdo con su construcción… Pero también es una realidad que otros muchos no lo ven con buenos ojos.

No es cierto que se hayan hecho encuestas, o que estas hayan sido públicas o socializadas por el municipio. No se le puede llamar encuestas a consultas por redes sociales. Hablamos de estudios de opinión pública serios, que entreguen datos duros, y no consultas al calor de los sentimientos hechos por un diario o una plataforma digital. Eso no es veraz.

Según los propios concejales, no es verdad que exista un estudio técnico vial respecto del sector donde quería construir el alcalde, Claudio Radonich, el polideportivo (Kusma Slavic). O por lo menos, si existiera, no se ha entregado a los interesados. Tampoco es cierto que se haya socializado el proyecto, la gran mayoría de la población no tiene todos los antecedentes que hay que tener para formarse una opinión.

Tampoco es verdad que la ciudadanía de Punta Arenas toda quiera un polideportivo. El que lo diga un medio de comunicación en sus titulares, ú otro medio entreviste a ocho dirigentes deportivos diciendo que representan a toda la ciudad, no significa ni por cerca que es “la gente de Punta Arenas” que está diciendo aquello. Lo anterior tiene más relación con los contratos de publicidad que tiene el municipio con dichos medios, con los acuerdos comerciales con esos diarios, canales o plataformas, más que con que sea verdad lo que están informando. Eso sí, entendemos perfectamente esa línea editorial, y las personas a esta altura también deberían ya entenderla.

Todo esto parece más un capricho que cualquier otra cosa. Un gallito en el que opinan todos como si tuvieran razón. Un juego de fuerzas que tan solo desgasta, y no aporta nada. Un enfrentamiento de visiones con poca base técnica. Más bien medir fuerzas, tratando de hacer hablar a algunos dirigentes o ciudadanos para que apoyen tal o cual posición.

También es verdad la mala planificación de las autoridades anteriores a estas, y las de hoy en día, respecto a cómo vamos ordenando la ciudad, y eso ha llevado a los resultados que vemos hoy. El discursito sobre que los que estaban antes tienen la culpa de todo es más viejo que el hilo negro, y en estos tiempos suena más a escusa barata que a realidad cierta.

El seguir concentrando todo, absolutamente todo, en el sector norte es una aberración urbana. Es seguir no entendiendo lo que debemos hacer como comuna. Es postergar una vez más a quienes viven desde avenida Independencia hacia el sur. Es pensar en seguir haciendo casas y poblaciones sin servicios cerca. Sin gimnasios, sin comisaría, sin hospitales, sin colegios, sin bomberos… ¿Seguimos? Ni hablar del transporte público. De mala calidad, con poca frecuencia, y con poca visión de quienes deben tomar decisiones para el presente y futuro.

Por años se ha prometido el gran proyecto del Complejo del Barrio Sur. Canchas nuevas, remodelación de su gimnasio, y paralelamente, un polideportivo, con piscina, y según información extraoficial, hasta un establecimiento educacional para el sector. Eso es lo que debemos hacer. Diversificar las opciones, redistribuir los servicios, o sencillamente emparejar la cancha respecto de las necesidades de la población. Pero de toda la población. No solamente de los que viven en uno de los extremos de la ciudad.

Por último, propongamos una consulta ciudadana. Que sea la gente, las personas, las ciudadanas y ciudadanos de Punta Arenas los que digan si es necesario un polideportivo, y si les parece bien construirlo en la calle Kuzma Slavic del sector norte, o prefieren otra ubicación. En Río de Los Ciervos, en el sector Sur, en el Parque María Behety, camino al Andino, en el Regimiento Pudeto, en el ex Hospital, o en cualquier otro lugar… Pero al parecer, a la autoridad no le gustan las consultas ciudadanas.

Porque, lo que también es verdad, es que se intenta por medio de buenos contratos publicitarios de que los medios digan lo que “piensa” la gente, o apoye los pensamientos de una autoridad. Pero es mentira que eso sea la verdad. Lo único cierto es lo que dice la gente y eso generalmente, los medios en su mayoría, no lo dicen.