Este 19 de julio se conmemoran 100 años del nacimiento de este profesor nacido en Mulchén, radicado desde el verano de 1948 en nuestra región y que por espacio de las siguientes siete décadas, realizó una inmensa labor educacional y cultural en Magallanes.

Marino Tomás Muñoz Lagos fue autor de una extensa e importante obra literaria expresada en las publicaciones, “Un hombre asoma por el rocío”, poesía en 1949; “El solar inefable”, poesía en 1953; “Dos cantos”, poesía, 1955; “Chile a través de sus poetas”, antología, 1960; “Los rostros de la lluvia”, poesía, 1970; “Entre adioses y nostalgias”, poesía, 1981; Ocho poemas meridionales, poesía, 1982; “Crónicas del Diario Soñar”, crónicas, 1987; “Antología a ras del sueño”, poesía 1992; “Crónicas de sur a norte”, crónicas, 1992; “Gabriela Mistral en Punta Arenas”, monografía, 1994; “De distancias y soledades”, poesía, 1997; “Crónicas de una lejanía”, crónicas, 2001; “La muerte sobre el trébol”, poesía 2005; “Los asombros de otrora”, poesía, 2008.

Con excepción de “El solar inefable” y de la segunda edición bilingüe, español-inglés, de “Los rostros de la lluvia”, todos los libros de Muñoz Lagos se publicaron en Punta Arenas, ciudad en la que falleció, el 14 de abril de 2017.

Fue un destacado profesor primario normalista. Titulado en la Escuela Normal Rural Experimental de Victoria, antes de producirse su arribo a Punta Arenas, trabajaba en un colegio en Talcahuano. En nuestra ciudad laboró en la antigua Escuela N°8 del Barrio Sur ubicada en la intersección de calles Briceño con Señoret; en la Escuela Hogar N°28 de Agua Fresca; en la Escuela de Hombres N° 1 y en el Grupo Escolar Yugoeslavia, donde se desempeñó como bibliotecario.

Muñoz Lagos fue un gran difusor de la cultura y de las letras nacionales. Por espacio de casi setenta años, mantuvo una columna semanal de artículos y crónicas periodísticas en los diarios “La Prensa Austral” y “El Magallanes” con comentarios de autores y de libros. Su producción total se estima en promedio, entre cinco mil y seis mil escritos de los cuales, sólo han sido recogidos en textos recopilatorios alrededor de trescientos, poco menos del 5% del total, lo que significa también, una gran posibilidad para las generaciones venideras, para efectuar trabajos de investigación o tesis de grado, en áreas vinculadas con la literatura, el patrimonio, o en diversas materias relacionadas con las ciencias sociales.

Marino Muñoz Lagos colaboró activamente en las reivindicaciones del mítico Sindicato Único de los Trabajadores de la Educación (SUTE). El 11 de septiembre de 1973 iba a ser el principal orador en los festejos por el Día del Profesor, pero fue detenido luego, del golpe de Estado que puso fin al gobierno de Salvador Allende.

Reconocido ampliamente por su dilatada labor como gestor cultural, participó activamente en la difusión de las embajadas artísticas provenientes del norte del país, como asimismo, en la divulgación de escritores y docentes, que acompañaban a las Escuelas de Temporada de Invierno organizadas por la Universidad de Chile, a la que se sumaron tiempo después, otras instituciones de la educación superior.

Dirigente histórico de los literatos regionales, fundó junto a Rosa de Amarante, Jorge Rubén Morales, Osvaldo Wegmann, Ricardo Hurtado Sagredo, el Centro de Escritores de Magallanes, en el invierno de 1950. Tiempo después, emigró a la ciudad de Antofagasta donde permaneció hasta 1955. De su estadía en aquella ciudad nortina extrajo importantes experiencias que intentó replicar aquí en Punta Arenas, entre estas, la creación de una Casa de la Cultura con el propósito de ubicar en un mismo recinto, a los artistas y escritores, para que ensayaran, mostraran exposiciones o generaran talleres literarios.

Posteriormente, fundó la filial Magallanes de la Sociedad de Escritores de Chile, el 28 de diciembre de 1980, organización que presidió durante cinco años. Su administración se le recuerda por varios hitos, como la realización en Punta Arenas, del Segundo Encuentro Nacional de Escritores de Magallanes, con participación de sesenta literatos venidos de distintas zonas del país y la creación de la Editorial Magallánica, la que alcanzó a publicar durante su existencia algunos libros: “Nuevos poetas magallánicos” (1983); “El cementerio de los milodones”, cuentos, de Osvaldo Wegmann, en 1984; “La senda de la baguala”, cuentos, de Enrique Wegmann en 1986 y el trabajo de investigación, “Historia de la literatura en Magallanes” de Ernesto Livacic en 1988.

En su dilatada trayectoria, Marino Muñoz Lagos obtuvo varios galardones literarios y distinciones ciudadanas. En 1949 alcanzó el tercer premio en el concurso organizado por la Ilustre Municipalidad de Punta Arenas, en conmemoración del primer centenario de la ciudad; en 1957 obtuvo el primer lugar por su poema, “Cuaderno perteneciente al otoño”, en el certamen instituido por el sindicato de escritores de la Sociedad de Escritores de Chile. En 1959 lograba un segundo y meritorio lugar en el concurso nacional patrocinado por la Dirección General de Correos y Telégrafos, con su poema “Carta a mi madre en un día de junio”.